Y me señaló con el dedo
y me dijo:
"tú eres el hombre
y ganarás el pan con el sudor de tu frente
hasta que vuelvas a la misma tierra
de la cual fuiste sacado,
porque polvo eres,
y al polvo volverás" (Génesis 3.19)
de la cual fuiste sacado,
porque polvo eres,
y al polvo volverás" (Génesis 3.19)
Y le pregunté:
-¿y la próstata?
- de momento bien, me dijo,
pero ándate con cuidado.
¡No me lo podía creer!
Aquel señor barbudo y con el dedo tieso
mandándome una sentencia con mala leche
y diciendo que era Dios.
¡Oy! ¡
cuánto chalado hay por el mundo,
incongruente, poderoso y chafardero,
que nos tiene tan amedrantados
como los mejores dictadores del mundo.
-Gracias Señor, le dije,
eres, más que pleno de gracia, muy gracioso,
sobre todo por lo bien que terminaste tu obra
rápidamente y en siete días -que se notan-
¡vaya mierda!
© Luis Vargas Alejo