lunes, 27 de agosto de 2018

ENTELEQUIAS


Gusto que las voces pasen de mí
cuando descanso sobre un verso
y necesito encontrar las palabras justas
para que en la textura del poema
se perciban las fibras de mi piel.

Persigo el desenfado de la lucidez
y el despego de frases ajenas
que, en su gusto,
me tientan al apoderamiento;
porque la genialidad se inscribe
y marca en lo recóndito,
más allá de nuestro dominio.

Conquisto epítetos narcóticos
para el género,
manejables sobrenombres de la agrura

que confunden las virtudes,
y ciertas robusteces concisas

que me regalan los baratos epitafios
con los que, aun en vida,
me van amortajando con sus miedos
los vulgares adversos.

Concibo el contoneo de las sigilosas humedades,
la oscilación de los signos,
ensortijando las faltas
sobre las ausencias que se aspiran.
Me desacompaña el oxígeno
y algunos reclamos
cuando apenas sé dialogarme
cierto convencimiento
para explicarme la fragilidad
—esa hija escrupulosa de la inconsistencia. 

No quiero decir excelsitud o arrebol 
en una ciudad sin contornos
en su desnudez de ocultaciones,
vehemente en los azules vicios tropicales
que arrollan la Isla.

Al fragor de los crepúsculos
aguzo los sentidos
ante la monstruosa modernidad
que enaltece las groserías
de un bestialismo infausto,
y sufro estos horribles derrumbes…
La incógnita dispersa
mi proceder intangible
en el mineral fantástico del tiempo
y un fango atemporal
me adhiere a los delirios.

Pichy

jueves, 23 de agosto de 2018

Volverán o no?

Volverán alegres los poemas
de nuestra senda de nuevo a salir
y otra vez con el verso en los cristales
jugando llamarán.

Volverán los tupidos comentarios
entre madreselvas colgados entrarán
y otra vez, a la tarde o a la mañana
sus flores se abrirán.

Volverá el amor por la poesía
con palabras ardientes a sonar
y del sueño que tanto hemos soñado
todo despertará.

Pero mudo, absorto y sin poemas
como escribíamos hace algún tiempo,
como así lo quismos; no quiero engañarme
volverán.

Luis Adolfo Vargas Becquer


jueves, 16 de agosto de 2018

A CABALLO

Me acabo de comprar un caballo
que galopa como una centella
y con él voy recorriendo
los caminos de esta Senda.

Si quieren seguirme, amigos,
tendrán que comprar un caballo
pues las huellas se van borrando
y habrá que hacer más huellas,

más huellas, más huellas,

Ah, también lo he tallado en madera
pero con poco éxito.


sábado, 4 de agosto de 2018

SONETO CLÁSICO


No sabes lo que siento cuando siento,
ni siento lo que sientes cuando sientes,
solo quiero que llames y me mientes:
me nombres con palabras, con aliento.

Que sepas que al mirarte estoy contento,
desbordado como agua de una fuente.
Soy, de tu corazón, rendido afluente
y siento lo que siento cien por ciento.

Soneto de mi amor enrarecido,
arritmias de dolor desconsolado,
sintiendo que te siento y no te siento,

Oh verso, endecasílabo bien fluido,
me suenas a tristeza como un fado
cuando cuento y escribo lo que siento.

© Luis Vargas Alejo