I
Los pájaros que trinan
esta mañana
anuncian soledades de
fríos secos.
Los oigo piar con
recato. Como no queriendo
molestar al que
todavía duerme.
Pioneros del alba y
luciérnagas de la voz;
¡hay que ver lo poco
que pesan en el aire,
lo feos que son y que
hermosura presentan!
Deberíamos llamarlos
soprano-viento,
no sé por qué se les
llama pájaros.
II
Mire usted que guasa
tienen
las circunvoluciones
que nunca sabes si van
o vienen,
y hasta suelen usar
poses
de inadecuada ñáñara.
III
Con las pocas palabras
que usamos al hablar
y nos entendemos,
yo no sé por qué hay
tantas páginas
en los diccionarios.
Si la utilizáramos
todas, tendríamos
que estar haciendo paráfrasis
continuamente...
y pa’eso, na.
IV
Escribo orifrés
y nadie sabe
que me acabo
de poner
una medalla.
Y es que hay conceptos
tan complicados...
como por ejemplo
la “trinidad”
que no se sabe
explicar
porque es
inexplicable,
lo mismo que los
poemas
asentados en la
diatriba
de un petrel.
V
Pancracio no fue un
santo,
sino una modalidad de
combate griego
que usaron los romanos
como divertimento,
porque lo acabo de
leer en el diccionario...
Y yo poniéndole perejil,
como un tonto.
VI
En cápsulas de mejor
mayorar
andan los políticos
repartiéndose
la moreda.
¡hala, hala!
VII
La casa de enfrente
la han pintado de
verde.
No sé qué esperanza
tienen,
pero debe ser algo
importante.
VIII
La materia gris es un
ábaco
cuyas cuentas se
adhieren
a la coyuntura del
sentido común;
el suceso aleatorio
vacío
se alinea con la
demencia
en la rapidez de pasar
las bolas.
IX
Las esquinas son
peligrosas,
nadie sabe lo que
puedes encontrar
al otro lado del
ángulo.
El viento cuando sopla
no gira las
transversales, hace pasillos.
Son las aristas
inoportunas
como cuchillos que
cercenan las decisiones
en un conflicto,
produciendo siniestros
repertorios
de dudas.
Al llegar a un hueco
cóncavo
busque la bisectriz o
hágase líquido.
X
Me visitaron ayer los
amigos
en el dormitorio
porque pensaban que me
moría.
Rezaron por mi ánima
y me animaron
a no darles el gusto
de verme morir.
Cuando desperté de la
neutra situación
y se mejoró mi
cadáver,
ya no me visitaron
más, tenían
mejores cosas que
hacer
buscando nuevos morbos
divertidos.
Y es que los amigos
son pa’las ocasiones.
XI
Había un solar frente
a mi casa
que me impedía mirar
la ciudad.
Ayer lo vendieron para
construir
rascacielos de cristal
y asfaltaron los
contornos.
¡esto ya, parece otra
cosa...!
XII
Presiento que todo va
a cambiar
y mejorarán las cosas
que confluyen.
De la piedra de
basalto irá naciendo
el pómez, en versos
prodigiosos.
Los hombres satisfarán
sus gustos
y ambiciones, con
cortesía y amistad.
Y quizá los espacios
se consagren
reparando las
fronteras con toboganes de agua.
Y hasta es posible que
la humanidad se organice
como una empresa única
con beneficios.
Las diferencias
sociales se disiparán
y en vez de matarnos,
nos lameremos las heridas.
Acabará la miseria, la
grandeza de unos pocos
y la vorágine
frenética. Nos amaremos
en los pajares y
verdearán los trigales.
Presiento que sí, que
yo lo veré
cuando me haya muerto.
XIII
Cuando el arjé
se convirtió en logos,
el mundo sintió
fiebre.
Entre calentura y
calentura,
como orate sin rumbo,
el hombre, desde
entonces,
se hizo de sí,
prisionero.
XIV
No me llames loco
porque no haga versos
razonables:
¿acaso sabes tú, qué
es cordura?
No me llames loco
porque escriba amplifitilemas
o pempatefas en versos
raros.
Deja de fastidiar con
las maracas
que la eternidad se
pasa pronto,
y por mucho que
acumules,
de aquí
no te vas a llevar ni
miajita.
Que no me llames loco
porque diga
botaratadas, y si tienes
que contestar algo,
háblame sin asonancias
ni versos
consonantados, en estrofas
con decimales.
Pon el pan sobre la
mesa y no guardes el vino
para que comamos
todos, ¡reflorijuncius!
...anda, dime que son
locuras lo que digo¡
Mira, el significante,
no revela el significado
a pesar de la cábala.
Por eso digo y pregunto
¿cuál es la plétora
del sentido?
XV
Estaba tan aburrido y
harto
de no hacer nada,
que de la nada lo hizo
todo;
y como de donde no hay
no se puede sacar,
todo lo jodió.
XVI
Olvidar y recordar,
recordar y olvidar,
vivir, revivir,
ausentarse,
volver
en sí,
buscar por todos
los rincones,
vaciar y volver a
llenar
descubriendo que
estamos solos,
sentados en medio
de un desierto,
y no hay más que tú
mismo
y la arena,
el viento
y la luz,
y el agua escondida
que hay que volver a
buscar
para reencontrarse.
XVII
Pasó la tarde y el día
como hilo de tejer
alfombras persas
rellenando horas en el
vacío de un Tabriz.
Y reclinó la luz y
todo fue silencio
como rítmico
movimiento de un pedaleo
que envuelve la trama
en el enjullo.
Y la textura de las
letras era imperceptible
al igual que las
lágrimas de los peces
en una fuente confiada
y sin agua...
Yo sigo esperando que
alguien me devuelva
mis canicas de cristal
e imbuirme
en mis juegos.
XVIII
Sopa de letras =
cultivo
o caldo apriorístico
con posible sentido de
razón
todavía sin sentir.
XIX
Para reivindicar lo
nuestro
nos sublevamos.
Cuando ya lo poseemos
todo
nos extinguimos.
Cuando perdemos los
privilegios:
vuelta a empezar.
XX
Futuros inesperados, llegan,
y nos refugiamos en ellos
acolchados de años
y frío
XXI
Marioneta
que cortan los hilos
guiñapo seguro.
guiñapo seguro.
Libertad
de tatuaje
mancha eterna.
Libro que libra lóbrego
agüero de soledad.
Celosía que divide
comienzo y fin.
XXII
mancha eterna.
Libro que libra lóbrego
agüero de soledad.
Celosía que divide
comienzo y fin.
XXII
¿Te
has dado cuenta, Teófilo,
-amigo
desambiguado-
que
los fuertes se hacen poderosos
por
la fuerza y el engaño –unos cuantos, no-
Que
usan a los más débiles como obreros,
les
pagan mal, les maltratan, les prometen
y
después les arrojan a las fieras
para
consolidar su poder y su fuerza.
Que
con la riqueza de las estructuras creadas
se hacen
cardos y decumanos privativos,
arcos
de triunfo, grandes villas y anfiteatros
y
comen buenas viandas.
Que
el agricultor, albañil, ganadero, pica-piedras,
leñadores,
artesanos y amanuenses,
sudaron
el pan
ganando
cuatro cuartos
y
luego se lo comieron los mandamases
con
los altos tributos, y se hicieron así más altivos
y
dominaron mejor al mundo?
¡¿Te
has dado cuenta qué arte tuvieron?¡
Además
inventaron la Biblia en pasta
para
que tuvieran miedo... o consuelo:
“bienaventurados
los pobres... de espíritu,
los
que padecen sed y hambre
porque
de ellos es el reino de los cielos”
Ay,
pero se les olvidó poner: “el reino de la tierra
es
nuestra”. Firmado, la logía de los portentos.
© Luis Vargas Alejo