sábado, 3 de agosto de 2019

XXI PROEMAS Y UNA CONVERSACIÓN CON MI AMIGO TEOFILO

I

Los pájaros que trinan esta mañana
anuncian soledades de fríos secos.
Los oigo piar con recato. Como no queriendo
molestar al que todavía duerme.
Pioneros del alba y luciérnagas de la voz;
¡hay que ver lo poco que pesan en el aire,
lo feos que son y que hermosura presentan!
Deberíamos llamarlos soprano-viento,
no sé por qué se les llama pájaros.
II
Mire usted que guasa tienen
las circunvoluciones
que nunca sabes si van o vienen,
y hasta suelen usar poses
de inadecuada ñáñara.
III
Con las pocas palabras que usamos al hablar
y nos entendemos,
yo no sé por qué hay tantas páginas
en los diccionarios.
Si la utilizáramos todas, tendríamos
que estar haciendo paráfrasis continuamente...
y pa’eso, na.
IV
Escribo orifrés
y nadie sabe
que me acabo
de poner
una medalla.
Y es que hay conceptos
tan complicados...
como por ejemplo
la “trinidad”
que no se sabe explicar
porque es inexplicable,
lo mismo que los poemas
asentados en la diatriba
de un petrel.
V
Pancracio no fue un santo,
sino una modalidad de combate griego
que usaron los romanos como divertimento,
porque lo acabo de leer en el diccionario...
Y yo poniéndole perejil, como un tonto.
VI
En cápsulas de mejor mayorar
andan los políticos repartiéndose
la moreda.
     ¡hala, hala!
VII
La casa de enfrente
la han pintado de verde.
No sé qué esperanza tienen,
pero debe ser algo importante.
VIII
La materia gris es un ábaco
cuyas cuentas se adhieren
a la coyuntura del sentido común;
el suceso aleatorio vacío
se alinea con la demencia
en la rapidez de pasar las bolas.
IX
Las esquinas son peligrosas,
nadie sabe lo que puedes encontrar
al otro lado del ángulo.
El viento cuando sopla
no gira las transversales, hace pasillos.
Son las aristas inoportunas
como cuchillos que cercenan las decisiones
en un conflicto,
produciendo siniestros repertorios
de dudas.
Al llegar a un hueco cóncavo
busque la bisectriz o hágase líquido.
X
Me visitaron ayer los amigos
en el dormitorio
porque pensaban que me moría.
Rezaron por mi ánima
y me animaron
a no darles el gusto de verme morir.
Cuando desperté de la neutra situación
y se mejoró mi cadáver,
ya no me visitaron más, tenían
mejores cosas que hacer
buscando nuevos morbos divertidos.
Y es que los amigos son pa’las ocasiones.
XI
Había un solar frente a mi casa
que me impedía mirar la ciudad.
Ayer lo vendieron para construir
rascacielos de cristal
y asfaltaron los contornos.
¡esto ya, parece otra cosa...!
XII
Presiento que todo va a cambiar
y mejorarán las cosas que confluyen.
De la piedra de basalto irá naciendo
el pómez, en versos prodigiosos.
Los hombres satisfarán sus gustos
y ambiciones, con cortesía y amistad.
Y quizá los espacios se consagren
reparando las fronteras con toboganes de agua.
Y hasta es posible que la humanidad se organice
como una empresa única con beneficios.
Las diferencias sociales se disiparán
y en vez de matarnos, nos lameremos las heridas.
Acabará la miseria, la grandeza de unos pocos
y la vorágine frenética. Nos amaremos
en los pajares y verdearán los trigales.
Presiento que sí, que yo lo veré
cuando me haya muerto.
XIII
Cuando el arjé
se convirtió en logos,
el mundo sintió fiebre.
Entre calentura y calentura,
como orate sin rumbo,
el hombre, desde entonces,
se hizo de sí, prisionero.
XIV
No me llames loco
porque no haga versos razonables:
¿acaso sabes tú, qué es cordura?
 No me llames loco
porque escriba amplifitilemas
o pempatefas en versos raros.
Deja de fastidiar con las maracas
que la eternidad se pasa pronto,
y por mucho que acumules,
de aquí
no te vas a llevar ni miajita.
Que no me llames loco
porque diga botaratadas, y si tienes
que contestar algo, háblame sin asonancias
ni versos consonantados, en estrofas
con decimales.
Pon el pan sobre la mesa y no guardes el vino
para que comamos todos, ¡reflorijuncius!
...anda, dime que son locuras lo que digo¡
Mira, el significante, no revela el significado
a pesar de la cábala. Por eso digo y pregunto
¿cuál es la plétora del sentido?
XV
Estaba tan aburrido y harto
de no hacer nada,
que de la nada lo hizo todo;
y como de donde no hay
no se puede sacar,
todo lo jodió.
XVI
Olvidar y recordar,
recordar y olvidar,
vivir, revivir, ausentarse,
volver
en sí,
buscar por todos
los rincones,
vaciar y volver a llenar
descubriendo que estamos solos,
sentados en medio
de un desierto,
y no hay más que tú mismo
y la arena,
el viento
y la luz,
y el agua escondida
que hay que volver a buscar
para reencontrarse.
XVII
Pasó la tarde y el día
como hilo de tejer alfombras persas
rellenando horas en el vacío de un Tabriz.
Y reclinó la luz y todo fue silencio
como rítmico movimiento de un pedaleo
que envuelve la trama en el enjullo.
Y la textura de las letras era imperceptible
al igual que las lágrimas de los peces
en una fuente confiada y sin agua...
Yo sigo esperando que alguien me devuelva
mis canicas de cristal e imbuirme
en mis juegos.
XVIII
Sopa de letras = cultivo
o caldo apriorístico
con posible sentido de razón
todavía sin sentir.
XIX
Para reivindicar lo nuestro
nos sublevamos.
Cuando ya lo poseemos todo
nos extinguimos.
Cuando perdemos los privilegios:
vuelta a empezar.
XX
Futuros inesperados, llegan,
y nos refugiamos en ellos
acolchados de años
y frío
XXI
Marioneta que cortan los hilos
guiñapo seguro.

Libertad de tatuaje
mancha eterna.

Libro que libra lóbrego
agüero de soledad.

Celosía que divide
comienzo y fin.

XXII
¿Te has dado cuenta, Teófilo,
-amigo desambiguado-
que los fuertes se hacen poderosos
por la fuerza y el engaño –unos cuantos, no-
Que usan a los más débiles como obreros,
les pagan mal, les maltratan, les prometen
y después les arrojan a las fieras
para consolidar su poder y su fuerza.
Que con la riqueza de las estructuras creadas
se hacen cardos y decumanos privativos,
arcos de triunfo, grandes villas y anfiteatros
y comen buenas viandas.
Que el agricultor, albañil, ganadero, pica-piedras,
leñadores, artesanos y amanuenses,
sudaron el pan
ganando cuatro cuartos
y luego se lo comieron los mandamases
con los altos tributos, y se hicieron así más altivos
y dominaron mejor al mundo?
¡¿Te has dado cuenta qué arte tuvieron?¡
Además inventaron la Biblia en pasta
para que tuvieran miedo... o consuelo:
“bienaventurados los pobres... de espíritu,
los que padecen sed y hambre
porque de ellos es el reino de los cielos”
Ay, pero se les olvidó poner: “el reino de la tierra
es nuestra”. Firmado, la logía de los portentos. 
© Luis Vargas Alejo