viernes, 21 de septiembre de 2018

NUEVO OTOÑO


Lo veo venir muy próximo,
junto a la alberca del tiempo,
sentado en una nube
con aires de gran señor.

Es época de resucitar al conjunto vacío
albergando todas las esperanzas, los mitos,
los miedos y las vivencias de otoños pasados
con los que vamos caminando del todo a la nada.

Otoño que entra disuasorio
acumulando sonidos, colores y vientos
de todo un año de dudosa pulcritud
como el segmento existencial
que nos permite aunar los contrarios.

En España está entrando el otoño 2018

© Luis Vargas Alejo

lunes, 10 de septiembre de 2018

EL VERDADERO TROVADOR


La trova puede ser del mar y las ternuras
o del rugido del viento sobre los ojos
cuando las estrellas no guían la vida
y los rostros se salpican de inclemencias.

El cantor debe observar el vuelo de las gaviotas
sin ignorar los saltos de las fieras y la agudeza
en la vista de las aves de rapiña.
Porque en la supervivencia y sus instintos
el mal se apaña con la belleza que nace
justificando la muerte,
y la voz amorososa dulcifica la vida
dignificando el dolor que nos circunda.

Cuando el mal es común, el verdadero trovador
socializa las tribulaciones sin buscar aplausos
y canta con la garganta de su pueblo,
con eso que llaman alma, y es corazón.

Pichy

jueves, 6 de septiembre de 2018

óleo de Luis Vargas Alejo sobre papel



Lo puse a la sombra porque se calentaba mucho. El pobre es tan viejo...

martes, 4 de septiembre de 2018

VALDRÍATE SABER


El tiempo pende encrespado del muro
y tú prosigues rebuscándote
afiliada a un triunvirato de márgenes:
en ese recinto —memoria tuya.

Tal los polvos de un siniestro,
te adhieres a las pautas que ennegrecen
los hilos quebrados de la decencia;
haciendo de bolsillo tu garganta.

Hoy que el viento sopla de tus senos
al dilatarse las apetencias
anudando los aires, los espacios
y las deserciones  
en los escamoteos de tu desamparo,
desgarras ansias de fuertes carteras
y ríes de los ecos de tu voz
fracturando las copas.

Valdríate saber
que hay venas que se abren de gusto,
cuando se enamoran de los cristales. 


Pychy