jueves, 25 de febrero de 2021

Versos encorsetados


Bien ajustado, ceñido

Como corset medieval

o con un burdo vozal

que te oprime sinsentido.

Así me obligo a muñido

cuando busco un aderezo

como en teatro el atrezo

que no sea quejumbroso

Para un poema asombroso

Y no un dictado aburrido


Camino al cementerio


El día amanece

con raíces de agua

arrastrándome en su fuerza

La brisa corre despavorida

laúd desafinado

en acordes ocres


Estreno unos zapatos


Ancestros en mi pisada

Del cuello cuelgan tachuelas

No hay bailes hay tumbas

las flores han desaparecido


Crece el hambre en las calles

Gordas las palabras

ingesta de oportunidad


Permuta a silencio

La luna crece, crece

alambre de espino.

En tus ojos

Se me ahogan en el tintero

las palabras de tus ojos

y quiebran la pluma

con mirada rota.


Difícil aislar la sal

de tus lágrimas

provocadas por balsas de inquina, 

rabia.


¡No pestañees, detente!

Hay una pupila 

con punto de luz

rodeada de esperanza.


Begoña Martínez

viernes, 5 de febrero de 2021

HOY HACE UN AÑO 25-01-2021 ( A la atención de Claudia Valle de los últimos poemas que he escrito desde entonces)

I
A esos predios lejanos
donde fuiste
navegando en el barco
de tus sueños
a solas ya y respirando
en las olas oigo
el silencio de tus poemas.
 
Pues estuvimos conversando
tanto tiempo
descubriendo la luz de los colores
notas de arpa
que me llegan como un carrusel
aquellos sones
desde el trono donde estás tú
en el alba
esperando el unicornio azul
que no encontró
Silvio Rodríguez el cantor
y quizá ahora
esté contigo en la vida eterna
amigo.
 
II
 
Un transparente velo, se dibuja
en los altares de mi recuerdo,
una imagen, una amistad
que se disipó en las sombras
hace hoy un año.
 
Y recorrimos en un bajel pequeño
la mar de parte a parte
sin movernos de una computadora
yo aquí, tú allén de los mares
como los vientos alisios y monzones.
 
Y así recorrimos nuestras vidas
durante años, como poetas errantes,
por una senda imaginaria
que fuimos construyendo de a poco
con nuestros pies descalzos.
 
Y como náufragos en una ínsula
construimos una choza con poemas
con versos intransitados, tesoros
vivenciales, desde Granada
a la Habana, desde donde partiste
hacia el Paraíso y me dejaste solo.
 
Espérame, amigo, que pronto llego.
 
© Luis Vargas Alejo