En
la sima de la noche
los impotentes comulgan con la muerte
los impotentes comulgan con la muerte
y
pretenden avasallar ideas,
ninguneados
por censuras
y
los sedosos guantes del detenimiento,
intentan
desbordarse en camas vecinas
de
urbes conversadas con la timidez
que
les desagua contra la mínimas luces.
Embriaguez
de la indulgencia sabatina,
para
el aluvión de posibles inalcanzables
con
sus edulcoradas retenciones.
Eunucos
silenciosos de la noche,
la tenebrosidad taciturna
la tenebrosidad taciturna
les
aplaza introvertidos
ante la
lujuria de los cuervos...
Hay
desamparo en La Habana.
Pichy
Poema simbólico y hermético que, a mi, no me dice nada, pero es por mi ignorancia.
ResponderEliminarSí, es un pobre poema, pobremente trabajado, amigo. El final...no sé ni lo que quise decir en ése momento. Es que, por supuesto, no todas mis amistades piensan, políticamente, igual que yo, y el sábado antepasado, al quedar solo, escribí este señorito...muy sincero; pero, muy hermético. y es que algunos me desesperan...están contentos por los precios-ofertas de los hoteles para vacacionar, más que por los precios de lo que es imprescindibles para vivir...están descontentos por el alto precio de los coches...nada, al final me hacen hablar y acalorarme y termino con una crisis. Sé que no debo alterarme; pero, es algo que no está en mí —debe ser la vejez, que me ha alcanzado.
ResponderEliminarIntentaré trabajarlo; porque, algo en él me gusta.
Abrazos