miércoles, 8 de mayo de 2019

ANTE LA VIRTUALIDAD NEOLIBERAL


El ímpetu del porvenir,
ya presente,
me desgasta con la aridez de sus roces.
Talo árboles para impedirme el regreso
al rumoreo cerebral
en que reniego de las luces
cuando las trivialidades
marcan sobre mi piel
los ajenos desafíos

Persisten los romances nutriendo
los desafueros del amor recreado
para el disimulo carnal —que la palabra disfraza—.
La supervivencia motiva este cúmulo
de amorosas bellezas;
tan ficticias, como los amigos de Facebook
— capital de la soledad y el desamparo;
porque ya, muy poco
los hombres se estrechan las manos—.    

Cuando la verdad no justifica el amor
los pájaros cantores ocupan presuntuosos
eso que llaman alma
y abruptos desaliños arruinan los romances
donde se querellan las memorias
de los antiguos sinsabores
por los fragmentos lacerados del olvido
y las crisis abismales de la efusión.

Las atalayas imponentes
radicalizan la filosofía estomacal,
desde donde enuncian las oportunidades
los enigmáticos astrólogos
del neoliberalismo.
Vislumbrándonos la esperanza —que inoculan—
para dormirnos la rabia
y dulcificarnos la angustia:
extraviados
entre los preceptos instituidos
por el desconsuelo que nos lastra
desde el llanto primogénito,
como anunciamiento de la ansiedad
ante el vacío que nos engulle
en irracional desamparo.              

Pichy

5 comentarios:

  1. Cómo me gusta leerte
    y oír tu canto a contraviesa
    en versos sin futuro
    siempre presente.

    Los árboles te impiden ver el bosque
    y te confunden las neuronas
    cuando crees que el desafío es ajeno
    sin darte cuenta que, el desafío.
    es siempre con uno mismo.

    Nunca los romances fueron efectivos
    sino ilusiones de enamoramientos sin lustre
    para pasar el tiempo en la isla desierta
    en que vivimos
    tan ficticias -bien dices-
    como los amigos de Facebook.

    El amor es un poema
    escrito con diferentes maneras
    uno con versos muy cortos
    otros con versos muy largos
    que ocupan toda la vida
    sin que por ello te zafes de la soledad
    aunque vayas por la senda acompañado.

    Nacemos en un andén sin vías ni catenarias
    con la misión de esperar
    los hitos que marquen camino y esperamos
    que el tiempo nos de oportunidades
    primero de juventud, luego de madurez
    y por fin, las últimas experiencias
    nos llevan a seguir esperando.

    Ni liberales, ni demócratas, ni comunistas,
    todos andamos a la misma espera:
    ser felices en un mundo de infelicidades.

    © Luis Vargas Alejo

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  2. Este comentario merece otro comentario; pero, voy de prisa y solo he entrado para cumplir mi palabra. Buen finde!

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  3. Pues, aquí estoy saboreando tu buen comentario-poema-respuesta. Sabes, yo pienso, que miro más el bosque que los árboles. Lo que más me horroriza de esta época es la desverguenza y la falta de valores a que el hombre se acostumbra. Cómo han logrado que el hombre deje de pensar, cómo la mayoría van convencidos a las fivrolidades y creen lo que les dicen los medios sin detenerse al mínimo análisis. Desde hace mucho se han utilizado los hoy llamados falsos positivos y banderas falsas, etc., pero nunca como hoy...nada, yo no me conformo ante el mal y sigo creyendo en el valor de las virtudes, y, en aquello que dijo Sócrates, más o menos: el conocimiento es la virtud, y solo si se sabe se puede divisar el bien. Un abrazo, maestro

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  4. Saborear la sabiduría como una savia salvífica

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