El ímpetu del porvenir,
ya presente,
me desgasta con la aridez de sus roces.
me desgasta con la aridez de sus roces.
Talo árboles para impedirme el
regreso
al rumoreo cerebral
en que reniego de las luces
cuando las trivialidades
marcan sobre mi piel
los ajenos desafíos
Persisten los romances nutriendo
los desafueros del amor recreado
los desafueros del amor recreado
para el disimulo carnal —que la
palabra disfraza—.
La supervivencia motiva este cúmulo
de amorosas bellezas;
tan ficticias, como los amigos de
Facebook
— capital de la soledad y el desamparo;
— capital de la soledad y el desamparo;
porque ya, muy poco
los hombres se estrechan las manos—.
Cuando la verdad no justifica el
amor
los pájaros cantores ocupan presuntuosos
los pájaros cantores ocupan presuntuosos
eso que llaman alma
y abruptos desaliños arruinan los romances
y abruptos desaliños arruinan los romances
donde se querellan las memorias
de los antiguos sinsabores
por los fragmentos lacerados del olvido
por los fragmentos lacerados del olvido
y las crisis abismales de la
efusión.
Las atalayas imponentes
radicalizan la filosofía estomacal,
desde donde enuncian las
oportunidades
los enigmáticos astrólogos
del neoliberalismo.
Vislumbrándonos la esperanza —que
inoculan—
para dormirnos la rabia
y dulcificarnos la angustia:
extraviados
entre los preceptos instituidos
extraviados
entre los preceptos instituidos
por el desconsuelo que nos lastra
desde el llanto primogénito,
desde el llanto primogénito,
como anunciamiento de la ansiedad
ante el vacío que nos engulle
en irracional desamparo.
Pichy
Pichy
Cómo me gusta leerte
ResponderEliminary oír tu canto a contraviesa
en versos sin futuro
siempre presente.
Los árboles te impiden ver el bosque
y te confunden las neuronas
cuando crees que el desafío es ajeno
sin darte cuenta que, el desafío.
es siempre con uno mismo.
Nunca los romances fueron efectivos
sino ilusiones de enamoramientos sin lustre
para pasar el tiempo en la isla desierta
en que vivimos
tan ficticias -bien dices-
como los amigos de Facebook.
El amor es un poema
escrito con diferentes maneras
uno con versos muy cortos
otros con versos muy largos
que ocupan toda la vida
sin que por ello te zafes de la soledad
aunque vayas por la senda acompañado.
Nacemos en un andén sin vías ni catenarias
con la misión de esperar
los hitos que marquen camino y esperamos
que el tiempo nos de oportunidades
primero de juventud, luego de madurez
y por fin, las últimas experiencias
nos llevan a seguir esperando.
Ni liberales, ni demócratas, ni comunistas,
todos andamos a la misma espera:
ser felices en un mundo de infelicidades.
© Luis Vargas Alejo
Este comentario merece otro comentario; pero, voy de prisa y solo he entrado para cumplir mi palabra. Buen finde!
ResponderEliminarEspero comentario
ResponderEliminarPues, aquí estoy saboreando tu buen comentario-poema-respuesta. Sabes, yo pienso, que miro más el bosque que los árboles. Lo que más me horroriza de esta época es la desverguenza y la falta de valores a que el hombre se acostumbra. Cómo han logrado que el hombre deje de pensar, cómo la mayoría van convencidos a las fivrolidades y creen lo que les dicen los medios sin detenerse al mínimo análisis. Desde hace mucho se han utilizado los hoy llamados falsos positivos y banderas falsas, etc., pero nunca como hoy...nada, yo no me conformo ante el mal y sigo creyendo en el valor de las virtudes, y, en aquello que dijo Sócrates, más o menos: el conocimiento es la virtud, y solo si se sabe se puede divisar el bien. Un abrazo, maestro
ResponderEliminarSaborear la sabiduría como una savia salvífica
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