lunes, 5 de diciembre de 2016

SIN REMEDIO



Semejándose astral y volátil
pretendió sustraerme
de las lunas edénicas
y las presunciones elípticas
de mi arraigo.

Ahuyenté las corvas
de sus efusiones
y me di a las calles,
que es el mejor antídoto
para las carencias.

Solfear el talud de su aliento
trae al presente la magia de su figura
y entonces no hay sortilegio
para revocarme la pasión.

Pichy

2 comentarios:

  1. Que mala es la gente que trató de sustraerte a las lunas edénicas...

    A mi me parece un poema de palabras muy rebuscadas, aunque gusta leerlo por su vocabulario erudito. En cuanto a lo que dice, es l de siempre: que la jodienda no tiene enmienda.

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  2. Muchas gracias, amigo. Sí, es lo de siempre.
    No creas que rebusqué mucho...aunque llevas razón —es que soy un ñáñigo muy culto.

    Abrazos

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