lunes, 18 de febrero de 2019

Adiós y de vuelta

Alguna vez habré de despojarme
de este cuerpo y
pasar a la otra orilla,
pero cuando pienso en el último escalón,
ya he reubicado mis enseres:


Mililitros de tinta aguada,
complice de mis despedidas;
el amargor de la goma arábiga en un sobre sin cerrar;
la maleta vacía, cada vez más pesada
y poemas de adiós
sin fin.

Begoña Martínez

9 comentarios:

  1. Se me da bien logrado el poema, amiga, aunque me sobra "arábiga"; que por demás, no aporta.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me parece bien la observación, pero en vez de quitar solo arábiga creo que voy a cambiar "goma arábiga" por pegamento

      Eliminar
  2. Siempre ha sido un verdadero placer leerte. Descifrar la incognita de tu vida. Subir los escalones y encontrarte. Bajar por el hueco del ascensor y, en el rellano, verte esperándonos. Juntos hemos sido muy grandes, aunque muchos nos vieron como hormigas y otros ni se dieron cuenta que existíamos, pero estoy seguro que hemos abierto puertas, ventanas, tragaluces y hasta ojos de buey, en barcos con sede en Cuba. Hemos sido persistentes. Pero ciscunstancias y coyunturas inesperadas facilitaron que el silencio se aposentara en nosotros y ya hacía mucho tiempo que no te leíamos, que no nos leíamos ni comentábamos nuestros escrito. Hoy, vuelve a renacer el tiempo perdido y me alegra, aunque fuese solo, también, circustancialmente y por casualidades de la vida. Pero espero que no. Así, pues, hola, nuevamente y hasta mañana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No supe separar la vida del poema
      me encontré con el estanque del oscurantismo
      y la posesión de las palabras.

      Hice vida del verso
      aunque no versara sobre mi.
      Y desacerme de ese lastre
      supuso abrir una ventana;
      nunca se me olvidó respirar,
      exhalar sí.

      Ha dejado secuelas
      como manchas del recuerdo,
      pero al igual que cualquier adicto
      vuelvo a caer.

      No voy a saber controlarlo
      asi que, dejaré que conmigo acabe
      porque yo no he sabido poner fin,
      aunque ahora me despida.

      Eliminar
    2. Ay, ya, yay..que "desacerme" es con h intercalada = deshacerme

      Eliminar
    3. Cierto!!, hasta escribir se me olvidó!!, no puedo arreglar porque es comentario a vuela pluma.

      Eliminar
  3. ESPERÁNDOTE

    A la vuelta de cualquier esquina
    te podrías encontrar un dinosaurio
    un ratón
    un gato montés
    un extraterrestre
    un señor vestido de lagarterana
    o cualquier cosa que imagines.

    Pero lo más seguro es,
    que a la vuelta de la esquina
    te encuentres siempre lo mismo
    junto a una bocanada de aire
    sin que pase nada especial
    y si, por casualidad, pasara,
    estoy seguro
    que saldríamos corriendo.

    Así que, a la vuelta de la esquina
    ni hay un destino privilegiado
    ni un premio de lotería
    ni un amor que ilumina la cara
    ni un poema escrito para ti.

    Lo que sí es cierto
    es que siempre te estaré esperando
    a la vuelta de la esquina.


    © Luis Vargas Alejo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maravilloso. No nos damos cuenta que lo que queremos, muchas veces, es lo que ya tenemos y dejamos ir.

      Eliminar
    2. Pues mientras estemos vivos ¡agarrémoslo, que no se vaya, que no se pierda! porque lo que tenemos es lo que vale, lo que no tenemos por mucho que lo añoremos, no tiene valor, ni siquiera virtual...

      Eliminar