Repiquetean todas las campanas
los badajos se excitan cuando muere la noche
los badajos se excitan cuando muere la noche
y el hombre vuelve a pensar en su pan.
Explicarnos esta época, este tránsito,
hace llagas en la memoria
y el ácido de las discrepancias corroe
en la ideología de muchos
que comienzan a creer en algún dios
al sentirse estafados, manipulados,
ya sin tiempo para enjugar tanta
lágrima.
Advengo con la terrena certidumbre
de que un mundo mejor es posible
aunque estemos tocando fondo
y ya ni la matemática afirma exactitud
en esta ceguera, alambicada por seducciones,
que distancian de la épica.
en esta ceguera, alambicada por seducciones,
que distancian de la épica.
Aturde tanta irrelevancia ante la
mente,
tanta muerte intelectual,
tanta muerte intelectual,
ya en la costumbre de las físicas
colaterales
—que se esfuman.
Pichy
Después de muchos intentos he conseguido cambiar el color de la letra, para poder leerlo, espero no haber cambiado nada.
ResponderEliminarEs posible un mundo mejor, si dejasemos de destruirnos nosotros mismos. No hace falta ser inteligente, sino razonar y no abandonarnos a las divinidades, cuando la cosa se pone fea.
Esta bien tu "come-cocos" poético.
Besitos
Muchas gracias, amiga, por el ameno comentario y por el trabajo que me haces. Es que este mundo está lleno de incultura y, sobre todo en épocas de grandes crisis, se llenan los templos, y hasta nacen novísimas creencias.
ResponderEliminarBeso
La posibilidad de un mundo mejor es un futurible, pero el poema es un presente magnífico de un poeta extraordinario.
ResponderEliminarJa! Me sacas los colores, hombre, que persivo estas de muy buen talante.
ResponderEliminarGracias + Abrazo
Disculpa el persivo...percibo, está mejor.
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