Como la nube que el viento disipa
los sueños son nimbos que atormentan
y algunos se materializan en lluvia
mientras el aire, los mueve de aquí
hacia allá.
Hoy se me ha escapado un sueño
que forma procesión de cirrocúmulos
junto con los sueños de muchos otros.
Y me he quedado mirando al cielo
como un bobo.
Clasificar los sueños es tan difícil
como las nubes
pero aquel sueño que se materializa en
realidad
permite al soñador tener la sensación
feliz
parecida a la que siente un niño
cuando pasea un globo
tirando de una guita.
Pero cuando el sueño no se materializa
ni se consigue su objetivo,
el soñador tiene la misma sensación
que ese niño que llora,
cuando se le pincha el globo.
© Luis Vargas Alejo
Me resulta bien el poema, amigo. Destaco, por lo que me significa, la última estrofa. Abrazo
ResponderEliminarA mi se me pinchó el globo muchas veces
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