lunes, 13 de noviembre de 2017

DISTRAÍDO



Camino del trabajo se observa poco
y se despierta el deseo de un cambio,
porque las mismas calles cansan
y fastidian la existencia.
Pero una irradiación cegadora
me hace retornar cada día
desentendido de arboledas y parques,
refugio de otras edades inversas.
Porque el desempleo es desamparo
—aun cuando el salario no proteja—
y los principios me mantienen
aferrado a la honradez.

De alguna forma he sufrido la orfandad
en la indefensión inducida por calcinantes
decretos del “dominio proletario”
—prolíferos en matices para las culpas...  

Pero, cualquiera se distrae
en los mediodías de oficinas
con los entre muslos al descuido,
cuando se afloja la tirantez de las medias
de las aburridas secretarias.

Sombras de lo pasado me erizan la piel
cuando me pierdo en la recordación,
luego de liberarme de los secretariales muslos,
y recuento pasajes tenebrosos     
que se disocian sutilmente;
para convocarme, una vez  más,
contra la umbría del detenimiento.
Viejas heridas truenan,
entre las nubes de la memoria,
y aguardo por el albor de una aurora
que me disipe estas tristezas.

Pichy


4 comentarios:

  1. Es un poema que me impresiona por su intimismo y misticidad anhelante.

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  2. Me resulta de mucha satisfacción el que te impresione, amigo. Intentaré presentar uno que escribí ayer. Y digo intentaré porque ya estoy al marcharme y la conexión...ya sabes.

    Abrazos y buen finde!

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    1. Sí, porque es autobiográfico y se ve tu sentir sufriente por la política y las mujeres, que tanto te atrajeron, tanto lo uno como las otras.

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