viernes, 17 de noviembre de 2017

REFRACTARIO




“El que te siente perro, oye perro en tu voz.
El que te huele sórdido, alimenta fisura.”
                                                                                                                 Víctor Fowler


Prosiguen las excusas sosteniendo
las sinrazones y el desaliento: la supervivencia  
acarrea este enjambre de miseria
hasta la capital de la utopía.

Las carencias se entremezclan
en la globalización del desastre.
Se han degenerado en retorcidos abismos
donde la vigilia
exterioriza sus astros mendigantes.
Hemos abandonado la fibra prodigiosa
que nos hace firme a la devoción,
para sostener alejadas
las inserciones adversas
de punzones sutiles.

Expuestas frases desdeñan los rumbos
de las juiciosas palabras de la subsistencia.
Tantas coaliciones para el bien
no glorifican ideales ni concilios;
si no aúnan intelectos.

Existe un camino, que esmeran invisible,
en que nuestras cicatrices se reconocen
y exaltan las coincidencias.
Existe un amor,
que es uno y muchos,
para que no perdamos su misterio
y la vida merezca los sacrificios.

Ronda la ciudad un olor a tempestades.

El ideal era la isla
bañada por las azules aguas.
Las paredes guareciéndonos,
con sus sombras,
de las bestias y sus collares de azufre.

Me cuestiono qué prototipo de sistema
no dispendia la existencia
con el virus que lo mantiene…

Y aquí, donde no debe ser,
se me deshace el poema.



Pichy




4 comentarios:

  1. SOS! No logro que se vean los dos últimos versos. Fvr puedeme alguien ayudfar?

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    Respuestas
    1. ya está. Solo es borrar lo que no sale y escribirlo sin copia y pega

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    2. Es un gran poema donde, a mi parecer, se habla de la lucha por la vida, que nunca complace.

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  2. Muchas gracias, amigo. He faltado unos días; pero, ya me incorporo.

    Abrazos + buen finde

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