En
un día de verano intenso
con
un calor desproporcionado,
seco,
duro y de justicia,
quise
escribirte un bello poema
pero
el Astro estaba en su Zenit
y
abrasó el papel, el lápiz
y
mis neuronas.
Tuve
que esconderme en un chiringuito
socorrerme
de aquel ígneo momento,
pedir
una cerveza, dos, tres, cuatro...seis
y
ya más contento y haciendo eses
me
volví a mi casa sin acordarme de ti
ni
del poema, ni querer saber
del
verano.
¡Imposible
soportar los cuarentidos Celsius!
© Luis Vargas Alejo
Ya empezamos con el calor!
ResponderEliminarMuy bien logrado se me da este poema.
Abrazos
Sí, y eso que faltan 4 días para que llegue el verano, pero gracias por tu comentario. ¿Se ha dado cuenta que es un poema distinto, jocoso, que da una buena idea para romper con un amor que no se desea sin quedar mal?
ResponderEliminarClaro que caigo en cuenta; aunque, no es tu primer poema jocoso. Sí, sirve de rompimiento y es bien agraciado en su simpatía.
ResponderEliminarHoy ha entrado el verano aquí y con luna llena...hoy ya empezó el calor fuerte. Hoy de madrugada se vuelve mi hija a Inglaterra que vino a pasar una semana de vacaciones. Y otra vez solos...
ResponderEliminar