En una noche
larga de verano
se me
acumularon las pesadillas
en los ojos
tórridos del calor.
Las estrellas
ululaban entre las nubes
y los salvajes
vientos del sur
soplaban las
trompetas de los sueños.
Imposible
descansar en un colchón
con fuego interno
en barbacoa
y soñé con Satanás,
perdido en el Sahara.
Envuelto por el
Siroco
me vi correr hacia
tierras del norte
perseguido por
un dragón mariposa,
pero al huir no
avanzaba
y aunque mis piernas
martilleaban el aire,
no me podía mover
y el sudor y la angustia
me abominó la noche.
¡Maldito calentamiento
global!
© Luis Vargas Alejo
Se me da bien logrado el poema, amigo; pero, me sobra el terraqueo —que no me va con el ritmo.
ResponderEliminarAbrazo
Correcto Pichy, arreglado.
EliminarEso no son pesadillas, es calorofobía.
ResponderEliminarEl poema es muy original.
Y apoyo la opinión de Pichy, en cuanto a terraqueo: a no ser que se haga algun viaje astral o tridimensional, fuera de pesadillas y sueños, no se puede descartar la envoltura terraquea del calentamiento.
Vamos que digo yo, que si es global es global, y si es terraqueo es terraqueo, pero todo puede ser... como tendemos a globalizarlo todo, el poema diga lo que es, aunque el ritmo, rompa el globo.
Besitos
Es global en la tierra, en el globo terraqueo, en Venus no lo es. ¡Sois unos tiquismikis" pero muy "salaos"
ResponderEliminarNo hay calentamiento en Venus?
EliminarDepende de qué Venus, pero en el planeta, no. Hay enfriamiento global
ResponderEliminar