1 Voy del soneto de Lope,
2 que Violante le pidió,
3 a la suciedad de Bukowski
4 forzando el tupper poético de Vallejo
5 Atonas sin ton, tónicas sin son
6 whisky con soda y la puta del callejón.
7 Sí, me casco una rima, en consonante
8 porque la poya es una fragante flor.
9 A la décima, una más abajo, caigo rendida:
10 oro, mierda y el tercer rey riéndose de mi.
11 Llegados a este punto, me voy quitando
12 de amar, follar, y sabe dios que más.
13 Sea la mala o la buena suerte, la guía del verso,
14 corriente cuando alterna la reflexión.
Begoña M. Bermejo
Jajaja! Qué eres tremenda.
ResponderEliminarVenga Luvar a rimar
para que estemos completos.
La rima tiene sus retos,
porque suele empalagar,
mas con su azúcar Luvar
puede entrar en la contienda
alegrándonos la Senda.
Hoy estamos para la chanza
y formamos la pachanga:
desbocados y sin rienda.
Besos
Gracias, amigo. Esta era mi intención. Hacer reír. ¿sabias que por otra página ésta "ironía salvaje", la han encasillado en realismo sucio? -Ya dudo de que no sepa ni hacer reír-
EliminarOjalá se contagie de esa risa Luvar.
Besos
Nada que agradecer, me alegras con tu fino sentido del umor, amiga. Pos, mira que el realismo sucio es el que busca lo malo, que va a lo triste, etc.—se usó mucho en los años 50, después de la 2da guerra el mundo no fue lo que se esperaba y llegó el desencato y las frustaciones—. Vamos, que tenemos en esencia, tres realismos: el claro, el sucio y el socialista. Ya te dije del sucio, el claro va a la realidad comop la percibe el poeta y el socialista va al panfleto...donde se pierde la magia de la poesía...y suelen ser discursos de alabamzas al sistema —mas que cualquier otra cosa—. Claro, trato de sintetizar, sin entrar en matices. Por ej: Luvar gusta del realismo claro; yo tengo tendencia al sucio y tú...tiendes a la poesía de actualidad, esa que se mueve con gracia entre muchas tendencias...para llegarnos con frescura, inteligencia, simpatía y mucho desenfado. Por eso gusto tanto de leerte —gustamos; me atrevo a hablar por el Maestro— y disfruto mucho con tu decir.
EliminarPero a mi me gustaría saber que fue el realiso sucio: Hacia los años 50, entre el humo de cigarro y el denso aroma que desprende la literatura creada en las cafeterías, se formaba un nuevo término para los pensadores bienaventurados en la inmensa tranquilidad de las palabras: la Generación Beat, la cual en su estado inmóvil y en su estática felicidad, abriría el camino a una nueva corriente que pasaría de las cómodas charlas de café a las inmensas aventuras, erecciones, eyaculaciones, exhibiciones ahogadas en alcohol y lo mundano de la vida, es decir, el Realismo Sucio.
EliminarEl dirty realism surgió en los años 70 y pretende reducir la narración a sus elementos fundamentales, basándose en la insecable manía de contar todo y nada, los espacios, el número de azulejos y las botellas vacías en el piso o, al contrario, las acciones desentrañadas del estilo de vida americano, el bodrio hastío de la vida terminada por el alcohol, los placeres sexuales y los complementos alucinógenos que dan ese amargo pero suave sabor de vida. Tristemente deja una resaca que sólo la misma muerte puede apaciguar. Los escritores sucios escribirían de todo lo que hay, de todo lo que pasa, en la pestilente forma de vida americana.
El realismo sucio se derivó del minimalismo, pero esto no lo hace minimalista. Este estilo tiene sus propias reglas y parámetros, lo caracteriza su constante tendencia a la sobriedad, la precisión y al uso de las palabras que, simplemente, podemos definir como puercas. En todo lo que se refiere a los objetos, las situaciones, sus personajes y sus mismas citaciones deben hallarse caracterizados de la manera más concisa y superficial posible. El contexto será el sentido profundo de la obra.
El primer escritor al que se le consideró parte de esta corriente, no es sólo un Realista Sucio, sino también un verdadero Bastardo de la literatura norteamericana –a pesar de a ver nacido el 16 de Agosto de 1920 en Andernach, Alemania–: Heinrich Karl Bukowski.
de Charles Bukowski
EliminarSi no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
Vale tu exposición. Abrazos
EliminarDisertacion sobre la consonancia
EliminarAunque a veces parezca por la sonoridad del castellano
que todavía los versos andan de acuerdo con la métrica,
aunque parta de ella y la atesore y la saquee,
lo mejor que se ha escrito en el medio siglo último
poco tiene en común con «La Poesía», llamada así
por académicos y preceptistas de otro tiempo.
Entonces debe plantearse a la asamblea una redefinición
que amplíe los límites (si aún existen límites);
algún vocablo menos frecuentado por el invencible desafío de los clásicos.
Un nombre, cualquier término (se aceptan sugerencias)
que evite las sorpresas y cóleras de quienes
—tan razonablemente— leen un poema y dicen:
«Esto ya no es poesía»
Jose Emilio Pacheco
Un galeote perdido
ResponderEliminarmala follá granaina
puso en mi verso quina
y ahora estoy dolido.
Vaya a la mierda querido
que yo no busco contienda
y me vuelvo a mi Senda
donde la chanza es alegre
y no hay ningún demente
¡que no te quiero, no, prenda!
Eliminar«POETAS»
Hay poetas que escriben
sus poemas
como si fuesen a pasar directamente
a las páginas amarillas
de la eternidad.
En cada verso echan el resto
y, claro, lo poco que les queda
no lo pueden echar en ningún sitio
porque les da una pájara.
La verdad es que apestan a Literatura.
Y que de allí a donde ellos entran
todo dios sale por piernas.
Karmelo C. Iribarren
Qué bien lo dice Karmelo, sin premio, ni caramelo.
EliminarSí, Karmelo es mucho Karmelo.
EliminarSupe de este escritor gracias a un libro que me recomendaste.
"Poemas para cruzar el desierto" Antología de varios autores. Y como soy muy cotilla, fui indagando en esa gran enciclopedia de google, para saber más de aquellos que me hicieron tilín. Hasta es mi "amigo" en Facebook, jo,que chuli!
Sí, yo tengo un libro de él que recopila su obra.
EliminarNada me extrañaría verte
ResponderEliminarbailando andaluza rumba.
Pero lo que sí, le sumba!
es que por más que te alerte
dejas mis versos pendientes...
es que por ellos no sientes_