La fascinación
manifiesta
peces
dorados a la desnudez del sol
en las
calles que me olvido.
No hay
poemas para tanta poesía
transitando
los reversos
y
tenemos que gritar los cantos
para ayunar
los reveses.
Los
sueños sobreviven la alborada
y me
enrolo en travesías increíbles
para
sobrevivir esta varadura
infinita.
pichy
Efectivamente no hay poemas para tanta poesía, como no hay tanta poesía si no hay poemas...
ResponderEliminarSe contradicen los vocablos
en la tenue soledad de los infinitos
cuando los reveses
empuñan el rumbo con un timón partido.
Notado, amigo. Gracias + Abrazo
ResponderEliminarAhora, ostenta otro nombre...del cual no me acuerdo.
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