Fuego verde,
dureza de crestas rugosas,
pechos escarpados
párpados con lenguas acuosas
fuerza del viento, esmalte de la luz...
pinares que trepan desde el valle,
junto a la guarida,
donde se esconden los entredichos
y los fantasmas,
en el silencio oculto de un poema visual,
cuando un pincel impertinente
ha robado el color de una melodía,
que quedó plasmada en un lienzo blanco.
© Luis Vargas Alejo
Me ha gustado mucho la pintura, amigo, y el poema le va de maravilla. Te felicito.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amigo, tu siempre tan amable y condescendiente.
EliminarNa´,nada de amabilidad u algo parecido, Maestro...es que empastan muy bien: lo que se ve con lo que se lee. Tanto tú como la Bego, mantienen un buen nivel en sus poemas. cada día dejan menos baches, o espacios, para la crítica constructiva. lo digo con plena sinceridad.
ResponderEliminarAbrazos + Buen finde!
Así es, si así os parece...
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