viernes, 6 de abril de 2018

LOS RECUERDOS


Cuánto daría yo
porque abriesen los recuerdos
las puertas de la emoción
pintadas de verde esperanza

y que un cántico subordinado
abrazara los contornos de la realidad
como una consecuencia de los exhaustos días
en los que el camino
se llenaba con los pasos de mis pies
entre ruidos de futuro y sufribles deseos
como satisfacción enóloga

pero los recuerdos son navíos zozobrados
en el fondo de un mar
cuyo rescate no tiene sentido
pues sólo el albur del momento
produce la existencia

Pichy

5 comentarios:

  1. No te lo podrás creer, pero me has recordado un poema que yo escribí en 1969 con 22 años que se llamaba "De los recuerdos" y aunque lo tenía olvidado sí se me hacia familiar. Lo he buscado y aquí está:

    DE LOS RECUERDOS

    Navegando mis recuerdos
    Por el mar de mi cerebro
    Náufragos de la memoria
    Y a merced de todos
    Los venturosos pensamientos
    Se agitan y se amontonan
    Para después
    Como el agua entre la arena
    Esparcirse en una playa
    Y arrinconarse entre las piedras.

    Como navíos zozobrantes
    Y hundidos
    Allí están
    Chillándome
    Lanzando gritos de auxilio
    Para volver a flotar
    Ver el aire, de vez en cuando,
    Y respirar
    Contemplando el cielo de hoy
    Que antaño les pertenecía
    Y ver la claridad del sol
    Para izar sus velas al viento.


    Pero ¡pobres navíos míos!
    Inmersos
    Saben bien que ya no volverán
    Aunque sigan siendo hermosos
    Envueltos en el coral
    Solo se podrán asomar
    Con asombro de mi mente
    Y jamás se podrán escapar.
    Imágenes sin fuerza activa
    Irrumpiendo en la soledad
    Compañía de un instante
    Que volando como las aves
    Vendrán y se marcharán.
    Como fantasmas vagando van
    Aunque si pudieran hablar
    Cuantas cosas contarían
    Y sabrían los demás.
    Son los espíritus de una vida
    Que va marchando a su fin
    O el camino recorrido
    Que jamás se ha de olvidar
    Y que jamás volverá
    A la parca realidad
    Son los ruidos de un ayer
    Que transformaron mi ser
    Y al olvidarlos soy.

    Abstractos de lo concreto
    Hechos que ya no son
    Y moran en la memoria
    Suplicante y tenebrosos
    Alegres de haber vivido
    Y haberse reencarnado
    En otra realidad.
    Raíces de la existencia
    Huella de lo que eres
    O luces que brillan y alumbran
    Penas
    Risas
    Vida vivida en la presencia.
    Recuerdos de la niñez
    Que evocan al pensamiento
    Paisajes de la virtud.
    Rosas blancas de un alma joven
    Irradiando por las pupilas
    Candor, inocencia y paz.
    Recuerdos del primer amor
    Traslucido en sonrisas
    O miradas a la belleza
    Descubierta inconscientemente
    Por primera vez
    Como un soplo divino
    Que confunde dos almas
    Alejándolas hacia el infinito
    Asidas de la mano
    Y juntas las cabezas.

    Recuerdos....
    De aquel momento en que se ve
    Por primera vez el mar
    ¡aquel asombro!
    ¡aquella mirada perpleja!
    Que lo robaba todo
    Para llevarlo anidado en el alma.
    Mil paisajes
    Vividos minuto a minuto
    Buscando la eternidad.
    Ay, las olas de mi imaginación
    Siempre me hicieron vivir cosas bellas
    Que gustarían que retornasen
    Y volvieran a la realidad
    Porque los recuerdos
    - ciclón de aire que soplando han pasado-
    están todos acomodados
    por los rincones de mi yo
    de tal forma
    que aunque quisiera espantarlos
    ¡no podría!
    Pues en ellos he vivido y me he realizado
    Sintiendo en cada momento
    Los latidos fuertes de mi corazón
    Golpeándose como peñas

    En todo momento
    y en cada estación del año.

    Hoy, después de acariciar mis recuerdos
    Con los brazos del sentimiento
    Igual que se abraza a un hijo querido que se va
    Siento alegría y de él me despido
    Notando
    Como despacio rueda, silenciosa,
    Una lágrima de paz.


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  2. Vaya, que en esa época no hacías bascas de las rimas, amigo; pero, ahí se nota el talento que te lleva a ser un buen poeta.
    Nada extraño que coincidamos en muchos poemas, incluso, los de antes de nuestra ea. Siempre el alumno lleva algo del maestro, y, aunque escribo diferente, o para mejor decir: enfrento el poema buscando aun mi voz, algo de vuestro decir —cuando no en léxico, en forma— vive en mis intentos poéticos. Si lees, por ej, "La imagen proyectada a tres bandas" lo notaras: tres formas diferentes de decir, pero, tangentean las bandas en sus discursos poéticos...como egresados de una misma escuela. Tu influencia está presente en Bego y un servidor.

    Dios te de larga vida

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    1. No, en esa época y anteriores -que todavía no había leído nada sobre poesía, ni sabía nada ni de métrica, ni de rima, ni de na- escrbía poesía rimando aleatoriamente "versolibrismo con muchas asonancias dispersas" pero como verás nunca me atuve al verso y poema clásico. Yo siempre a mi aire. Hasta que alguien me descubrió que solo bastaba liberarse de los condicionamientos clásicos, buscar el ritmo y la sonoridad de las palabras y comunicar algo de la manera más sintética posible y con palabras sencillas o de uso común y cotidiano, prevaleciendo la forma al contenido, pues aunque este fuera tonto o incoherente, si la forma era la adecuada se impresionaba en las mentes ajenas y hasta podía resultar emotivo y estético. Y así lo empecé a hacer. Me costó mucho trabajo, no creas. Hasta que, al final encontré mi voz en los proemas, como tú bien sabes. Y cuando os propuse hacer "La imagen Proyectada a Tres Bandas" solo traté de que consiguieramos un poemario uniforme en la forma y diverso en el sentir, pensar y vivir. Y lo conseguimos gracias a vosotros.

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  3. Bien aprendiste, maestro. Gracias, dices? Pero, bien recuerdo de tu prisa y que, hasta escogiste mis poemas. Fuiste el padre y padrino de la criatura.

    Abrazos

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