domingo, 20 de marzo de 2016

SONETO BLANCO



Vientos inventados con calma chicha,
entran por la pared de mi ventana.
Sinfonía de trinos pajareros
suenan en el silencio solitario.

Y escribo este soneto sin descanso
con melancolía de años pretéritos
cuando tu cuerpo y el mío eran jóvenes
y amamos con pasión las horas quietas.

Mi sueño de ayer, mi historia de amor,
mirando la lluvia, un día de mayo,
te escribía junto al hogar, poemas...

amaso las estrellas con la luna
y torno en ventisqueros los recuerdos
con lluvia, nieve, frío y calles yertas.

© Luis Vargas Alejo

5 comentarios:

  1. Los poemas nos liberan, claro que sí.El poema es desolador, pero muy bonito.

    (Los comentarios a mi, sí me llegan. Estos me ha entrado a las 8:20 de hoy martes 22)
    Besos

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  2. Bien por el soneto, amigo mío. Pero, mucho mejor por la memoria —que a pesar de tus años, bien conservas.

    Abrazos

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  3. Es memoria retrógrada, y no anterógrada, que ya me falla mucho

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