domingo, 8 de enero de 2017

QUISIMOS SER POETAS

Quisimos romper las barreras de la poesía
y nos chocamos contra el muro.
Soñábamos en versos de cordura
y nos volvimos locos.

Cantamos en silencio en las esquinas,
en el Metro, en los bares, en los pliegues de la luz,
y fuimos rapsodas en las sombra:
poetas de edición libre.

Nos instalamos en Internet
e intentamos hacer una revolución inútil,
porque no cambiamos nada,
a nadie le interesó verdaderamente el amor
la empatía o el gozo de ver el mundo
de color azul.

Caminamos por la Senda a trompicones
y la gente huyó sobre sus pasos,
prefirió quedarse en el laberinto
de las tonterías de Facebook,
con fotos familiares  y juegos de azar.

Y como siempre, el egocentrismo,
la lucha por el poder, la crisis, le égida
de los pueblos que sufren y lloran,
la escasez de bienestar social
o la muerte a bombazos, nos llevó
a la impotencia de seguir siendo
poetas.

Como buenos idealistas, no nos dimos cuenta
que lo que domina el Mundo es el materialismo,
la confusión, los tesoros de Alibabá y la teoría
de la conspiración.

La ausencia de poesía, es el resultado
del fracaso de la convivencia del ser humano
y los festones de la globalización.

© Luis Vargas Alejo

8 comentarios:

  1. Vaya, otro Poema —con mayúscula—. Dices, y lo dices, muy bien; pero, recuerda"que podrá no haber poetas; pero, siempre habrá poesía"
    Siento que tu poética madura por día...bno, nada, bien sabemos que eres un poeta hecho y derecho.

    Abrazos

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  2. Sí, yo también sé que soy buen poeta: sé que soy un inútil más.

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  3. De mis entresijos nacen
    los versos que alumbran mi espíritu:
    un canto ritual, a veces llanto,
    a veces júbilo, a veces nada...

    Y como a nadie le importan
    las entrañas del vecino,
    susurro, mas que canto,
    en la inutilidad del tiempo
    que pasa.

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  4. La falta de poesía, es provocada por la apatía de los días que vivimos. Se escribe, en gran parte, con el subconsciente, por esos momentos vividos, que ahora mismo, son mundialmente caóticos. Nos apedrean con información espantosa a diario, mires donde mires, vayas donde vayas, y escribir más de lo mismo... Y aunque el poeta sea un mentiroso, es complicado mentir para cambiar el negro por blanco.
    Y habrá momentos felices individuales que merecen ser escritos, pero son tan pocos, que pienso, que egoístamente solo hay que disfrutarlos.
    Besos

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  5. El poeta no puede, ni debe, ser un mentiroso, sino todo lo contrario. El poeta es "un fingidor" no "un mentiroso" y finge para decir verdades a través de la creación ficticia que revelan las verdades y vergüenzas de los hombres. El poeta verdadero no miente nunca, pues todo lo que dice y escribe está basado en la experiencia introspectiva tras elaborar la realidad

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