Quisimos
romper las barreras de la poesía
y
nos chocamos contra el muro.
Soñábamos
en versos de cordura
y
nos volvimos locos.
Cantamos
en silencio en las esquinas,
en
el Metro, en los bares, en los pliegues de la luz,
y
fuimos rapsodas en las sombra:
poetas
de edición libre.
Nos
instalamos en Internet
e intentamos hacer una revolución inútil,
porque
no cambiamos nada,
a nadie
le interesó verdaderamente el amor
la
empatía o el gozo de ver el mundo
de
color azul.
Caminamos
por la Senda a trompicones
y
la gente huyó sobre sus pasos,
prefirió quedarse en el laberinto
de
las tonterías de Facebook,
con
fotos familiares y juegos de azar.
Y
como siempre, el egocentrismo,
la
lucha por el poder, la crisis, le égida
de
los pueblos que sufren y lloran,
la
escasez de bienestar social
o la muerte a bombazos, nos llevó
a
la impotencia de seguir siendo
poetas.
Como
buenos idealistas, no nos dimos cuenta
que
lo que domina el Mundo es el materialismo,
la
confusión, los tesoros de Alibabá y la teoría
de
la conspiración.
La
ausencia de poesía, es el resultado
del
fracaso de la convivencia del ser humano
y
los festones de la globalización.
© Luis Vargas Alejo
Vaya, otro Poema —con mayúscula—. Dices, y lo dices, muy bien; pero, recuerda"que podrá no haber poetas; pero, siempre habrá poesía"
ResponderEliminarSiento que tu poética madura por día...bno, nada, bien sabemos que eres un poeta hecho y derecho.
Abrazos
Sí, yo también sé que soy buen poeta: sé que soy un inútil más.
ResponderEliminarSé que no lo dices de verdad...
ResponderEliminarDe mis entresijos nacen
ResponderEliminarlos versos que alumbran mi espíritu:
un canto ritual, a veces llanto,
a veces júbilo, a veces nada...
Y como a nadie le importan
las entrañas del vecino,
susurro, mas que canto,
en la inutilidad del tiempo
que pasa.
5 puntitos...
EliminarLa falta de poesía, es provocada por la apatía de los días que vivimos. Se escribe, en gran parte, con el subconsciente, por esos momentos vividos, que ahora mismo, son mundialmente caóticos. Nos apedrean con información espantosa a diario, mires donde mires, vayas donde vayas, y escribir más de lo mismo... Y aunque el poeta sea un mentiroso, es complicado mentir para cambiar el negro por blanco.
ResponderEliminarY habrá momentos felices individuales que merecen ser escritos, pero son tan pocos, que pienso, que egoístamente solo hay que disfrutarlos.
Besos
El poeta no puede, ni debe, ser un mentiroso, sino todo lo contrario. El poeta es "un fingidor" no "un mentiroso" y finge para decir verdades a través de la creación ficticia que revelan las verdades y vergüenzas de los hombres. El poeta verdadero no miente nunca, pues todo lo que dice y escribe está basado en la experiencia introspectiva tras elaborar la realidad
ResponderEliminarAmenidad
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