En el camino, de Jack Kerouac
La obra insignia de la generación beat fue escrita por Kerouac en apenas tres semanas en un rollo de papel conocido simplemente como “El Rollo”. La novela que inmortalizara la Ruta 66 y en la que el autor plasmó una filosofía viajera fruto del jazz, la poesía y las drogas fue escrita sin márgenes ni párrafos en su apartamento de Manhattan, inicialmente en su lengua materna, el francés.
La obra insignia de la generación beat fue escrita por Kerouac en apenas tres semanas en un rollo de papel conocido simplemente como “El Rollo”. La novela que inmortalizara la Ruta 66 y en la que el autor plasmó una filosofía viajera fruto del jazz, la poesía y las drogas fue escrita sin márgenes ni párrafos en su apartamento de Manhattan, inicialmente en su lengua materna, el francés.
El niño con el pijama de rayas, de John Boyne
A diferencia de otras de sus novelas como El ladrón del tiempo o Motín en la Bounty,
las cuales si requirieron de meses de preparación, el autor irlandés
John Boyne escribió su obra más famosa, la de dos niños amigos durante
el infame Holocausto, en apenas dos días y medio. Un torrente de
inspiración que llevó a Boyne a separarse del escritorio tan solo para
comer y dormir.
El jugador, de Fiódor Dostoievski
En 1866, Dostoievski se había vuelto un
adicto a la ruleta, razón por la que sufrió una crisis económica que la
lenta gestación de Crimen y castigo no podía socorrer en aquel momento. Por este motivo, el autor ruso decidió escribió El jugador en
apenas 26 días a modo de semi-autobiografía a fin de poder pagar sus
deudas. Lo mejor fue que, además, terminó casándose con la taquígrafa a
la que iba dictando la historia de Alekséi Ivánovich, el tutor ruso de
la familia de El General instalada en un hotel alemán donde la ruleta
era la estrella.
Canción de Navidad, de Charles Dickens
Publicada en 1843, la obra literaria que mejor representa la inminente época navideña fue escrita por Dickens en apenas seis semanas. La obra, inspirada en la infancia de pobreza del autor, llegó para revivir unas fiestas navideñas atrapadas entre las viejas tradiciones y nuevos aportes yankis como los árboles de Navidad. A su vez, Dickens aprovechó para condenar ya en aquel tiempo el capitalismo que simbolizaba la fiesta más famosa del año.
Publicada en 1843, la obra literaria que mejor representa la inminente época navideña fue escrita por Dickens en apenas seis semanas. La obra, inspirada en la infancia de pobreza del autor, llegó para revivir unas fiestas navideñas atrapadas entre las viejas tradiciones y nuevos aportes yankis como los árboles de Navidad. A su vez, Dickens aprovechó para condenar ya en aquel tiempo el capitalismo que simbolizaba la fiesta más famosa del año.
El agente confidencial, de Graham Greene
La fascinación de Greene por todo lo
hispano fruto del estímulo de una religión católica no tan extendida en
el norte de Europa, le llevó a incluir España en algunas de sus obras
como Rumor al caer la noche o, especialmente, El agente confidencial.
Escrita en apenas seis semanas, la novela en la que un español huye a
Inglaterra durante la Guerra Civil española para cerrar un contrato
millonario fue concebida al mismo tiempo que El poder y la gloria como
una forma de crear una obra más comercial y rápida que sustentase a su
mujer y sus dos hijos.
La naranja mecánica, de Anthony Burgess
Tras la publicación de la novela distópica ambientada en un Londres futurista en 1962, Burgess admitió haber escrito La naranja mecánica en
apenas tres semanas y simplemente por dinero. La novela, adaptada al
cine por Stanley Kubrick en 1971 no gustó a Burgess, especialmente por
detalles como la ausencia de un último capítulo del libro que trataba de
insertar a Alex DeLarge en la sociedad o un atuendo que en la novela
siempre fue negro, no blanco.
Estas 6 famosas novelas que fueron
escritas en tiempo récord confirman la importancia de lanzarse a la
piscina y escribir todo lo posible a fin de contentar a esa inspiración
que nunca será igual mañana, ni pasado. Y ahora es cuando me doy cuenta
de que he escrito este artículo de forma inconsciente para motivar a
todos aquellos que se encuentran inmersos en la creación de una nueva
obra (y entre los que también me incluyo).
Nosotros podemos.
Alberto Piernas
Tomado de Actualidad Literaria
Muy buen artículo que -si es tuyo- nos dauna visión perfecta de tu amplia cultura. "Con razón dice María que su papá es un hombre culto" A ver si es verdad que te escribes una novelita sobre la revolución, por ejemplo, al menos un relato corto donde el protagonista sea un capitán de fragata. Ale, ale
ResponderEliminarSe te ocurren cada cosas...fvr de leer pie de firma
ResponderEliminarInteresante!! No obstante, pienso, que el gran trabajo no está en escribirlo sino en recopilar información para hacerlo.
ResponderEliminarTodos podemos escribir en poco tiempo una novela, pero para que esta sea coherente ha de llevar un trabajo previo de investigación.
Puedo escribir sobre un romance en plena guerra civil española, pero necesito adecuar las circunstancias tiempo, espacio etc o sería una novela de mierda.
Por lo tanto, estos autores, ya habrían estudiado meses e incluso años atrás sobre sus obras, aunque tarden una semana en escribirlas.
Gracias por compartir.
Sí, eso hay que darlo por sentado, amiga. Claro, que todos estos escritores ya tenían su carga cultural y oficio. Pienso, que los escritores, digamos, profesionales se pasan gran tiempo de su vida leyendo y guardan mucho en sus mochilas. También tenemos las noveles atemporales, donde el escritor crea una época indefinida, o, los hay que crean un personaje sobre el que van escribiendo historias —sobre todo en las novelas policiacas y libros de aventuras. Según leo, de varios autores, hay novelas que llevan muchos años; en especial, las históricas y de épocas. Besos
EliminarSí, sí, pero a Pivhy le costaría poco trabajo con lo que sabe sobre la revolución Rusa y Cubana. Ale, a intentarlo.
ResponderEliminarUn relato corto no necesita de tanta sapiencia, ni tanta preparación investigadora. Cuente usted lo que que le pasó a una niña cuando era pequeña pudiendo ser usted la tal niña.
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Quizás pueda, sin autosuficiencias —pienso—, darle a un escritor mucha materia para escribir novelas cuentos, etc.: no lo dudes. Y es que me ha tocado vivir y sufrir muchas cosas —salvo las leyes de nacionalización y reforma agraria; creo que el resto, o, buena parte me han afectado de una u otra manera—. Mi interés por la filosofía y la política, no me nacieron de vocación; fue una necesidad para defenderme de muchos hijos de puta seudorevolucionarios, oportunistas y otros faunos. He vivido defendiendo mi manera de ver la revolución, la política y forma de ser. La mayoría de los que me "señalaban", de los que me perjudicaron, disidieron, traicionaron o cayeron en la corrupción...buena parte están en el llamado, por la prensa contrarrevolucionaria, exilio. Sobre todo en Miami, viven grandes HP que hicieron mucho daño en nombre de la revolución, y hoy vociferan y son "grandes opositores del Régimen"...Amén, de que no tengo vocación ni deseos de narrar, si tuviese algo de narrador, creo que no pudiera volcarlo en un papel con estilo o cordura: la rabia me lo impediría. Ni siquiera logro controlarme, la mayor de las veces, cuando quiero "descargar" en un poema...y me sale un panfleto lleno de sentencias, etc. Te soy más sincero; por mantenerme digno o fiel a mi forma de pensar —hasta por mi Religión—, he sacrificado mucho de mi bienestar personal, he renunciado a muchas ofertas y posibilidades...cuando no me faltarían justificaciones para estar viviendo en otro país, con algo de dinero y otros beneficios...mi familia y amigos, a veces me lo critican. Ya sé, que nada gané con mi actitud—salvo “machucarme”—; pero, fue mi decisión, y ya no hay vida para más. Abrazos
EliminarQué facilidad tienes para "tirarme de la lengua"
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