martes, 17 de octubre de 2017

Rin ring (llamando)

Qué aburrida es la vocación de poeta:
los amores casan,
los divorcios suturan,
en las lindes se festeja con vino
al que se fue
y volvió para la velada.
La paz abunda en los versos
e inversos.

Ya no sé donde posicionarme
o si posicionarme ya no sé,
pero la poesía no escribe
sino es para decir, te quiero mogollón.

Así que, voy sumando líneas
porque dos siempre serán una más una
Y yo me siento tan sola.

Begoña Martínez Bermejo

9 comentarios:

  1. Se me da muy bien logrado el poema, amiga. Me llega existencial.

    Beso

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  2. Alguien ha tomado un atajo...y no ha transitado este pedacito de la Senda.

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  3. Contesto así:

    Qué grande y misteriosa es la vocación de poeta:
    los amores esparcen la alquimia de la palabra
    los divorcios prenden los versos más extraños
    y no hay lindes que acoten la fiesta del poema
    ni vino que llene el alma con solo una simple copa

    La paz está velada por la bruma taciturna
    de aquellos que haciendo versos, van
    de cuita en cuita, persiguiendo los saberes
    que originaron las letras, el habla, el dogma,
    la canción y los retratos inversos.

    Yo sé que debo estar sobre la columna vítrea
    como Simón El Estilita, ejercitando la humildad,
    y narrando desde lo alto, qué se siente
    cuando se es poeta, y se reza verso a verso,
    sabiendo que nunca se está solo
    cuando se acepta que la vida es un secreto
    del kosmos.



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  4. Así me gusta, maestro. Así nos enseña: con tu ejemplo.

    Abrazos

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  5. Los ejemplos no se aprenden en cabeza ajena.

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  6. Sic! Pues, alguien dijo: "Solo los estúpidos aprenden de sus propios errores"

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  7. De los errores se aprende, seas estúpido o no, aunque si eres tonto más que estúpido, seguro que no.

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  8. Sí, loe medianos aprendemos de nuestros errores —aunque mucho tropezamos con la misma piedra—. Mas, lo verdaderamente sabio, es aprender de los errores ajenos.

    Chao!

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