Aun conservo el
blasón,
la loriga, el yelmo
y la lanza
de cuando fui
caballero andante
y anduve luchando
contra molinos
escribiendo versos.
Hoy me faltan
arrestos, dominios
y palabras, para
enjugar alcancías
con lagares, pues
el tiempo
no perdona y los
años pasan al anochecer
como una
constelación invisible.
Luchar contra los
vientos del norte
-frío y empecinados-
es querer resolver
las cuitas circundantes
en un verso libre,
encurtir la cotidianeidad,
y esperar que
Proteo no me contradiga.
Mi jaca, todavía es
más vieja que yo
y las cuestas arriba no se las sube.
© Luis Vargas Alejo
Se me da muy bien logrado el poema, amigo. Discursa de maravilla.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias mi buen amigo Pichy. Mi mamá también decía que yo era muy guapo y muy listo, jejejejejeje
Eliminarfaltaran muchas cosas, pero rebosa poesía que lo engloba todo.
ResponderEliminarBesos
Eso, eso, rebosa poesía...¡qué ilusión!
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