viernes, 11 de marzo de 2016

LA LIRA Y EL SUEÑO

El fruto del sueño
es como una ausencia de violines
en una banda sinfónica,
donde solo suena el aire.
De mayor, se recuerdan los lienzos
que hay en la memoria, donde se guardan
aquellas imágenes, que sirven
para tener los ojos abiertos,
amar las pinturas al óleo,
el corazón palpitante,
una lira inmensa en el regazo
y tantear con los dedos
las notas de dichos sueños.
Después...morir en secreto.
© Luis Vargas Alejo 

5 comentarios:

  1. Morir...
    Un sueño morir durmiendo.
    Es la más dulce de las partidas, y se escuchará de nuevo la melodía de la lira.
    Me gustó leerlo de nuevo, Luis.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Bien logrado me resulta el poema. Para mi ver sobra la coma del primer verso.

    Abrazo

    ResponderEliminar