lunes, 23 de enero de 2017

CARTA DE DESPEDIDA

Todas las despedidas son dolorosas, unas más que otras. Hoy me despido después de muchos años, tirando de recuerdos, porque al fin y al cabo, es lo que me queda.
Siempre estabas ahí, a las duras y a las maduras, soportando el peso. Has sido el descanso de mis sueños, el sostén de mis desvelos y aunque te engañé en numerosas ocasiones, supiste perdonarme con momentos inolvidables.
Aún recuerdo esa noche en la que te interpusiste entre el frío suelo y mi cuerpo, porque no había llegado el somier, ¡te portaste! -todo hay que decirlo-. Fue una noche intensa y aunque puse unas mantas, la única forma de entrar en calor, era con el roce... A la mañana siguiente estabas chepado, y creo que desde entonces, algo doblado quedaste ¡qué fieras, eh! - ja ja ja-
Acogiste a los niños con dulzura, jugando, durmiendo, leyendo... y eso que no fueron forjados contigo (mis engaños), pero jamás me diste la espalda, por muchas veces que yo te la diera a ti.
Y me has hecho sudar. Tu cuerpo era fuego tanto en invierno como en verano, siempre estabas caliente para mi. Me vi obligada a dormir siempre desnuda; por eso llegaron tantas noches apasionadas, esas en las que sabías como acariciar mi cuerpo, para que fuera yo la protagonista... ¿Te acuerdas del día que jugamos con el cava? a la mañana siguiente estábamos pegajosos y ni frotando eramos capaces de quitar el olor.
Pero los años pasan y tu armadura fuerte, impasible y de sostén, se ha hundido. He de asumirlo.
No se cual será tu camino, ojalá caigas en manos de alguien que te valore, en estos tiempos de necesidad y desamparo, haciéndole muy feliz.
A mi me va a costar el cambio, jamás encontraré otro colchón como tú.

Hasta siempre.


Begoña M. Bermejo

14 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Este relato corto a modo de carta de despedida ¡fíjate! ¡está fenomenalmente escrito¡ pero ¿de qué te divorcias? ¿de tus sueños, de tu marido, de nosotros? ¿o es simple imaginación?

      ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ?????????

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    2. Jajajaja, me divorcio de mi colchón ya lo digo al final. Es imaginación, pero de la de verdad. He cambiado el colchón después de 16 años conmigo.
      Besos

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    3. Lo del colchón puede ser una metáfora o un apelativo cariñoso hacia algo o alguien

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    4. Ya, ya lo sé. Pero lo cierto es que he cambiado mi colchón de muelles por uno de viscoelastica. Y así como el que no quiere la cosa, me ha parecido interesante y original darle vida y hacer parecer lo que no es. Y no significa que sea mentira. Pero es milagroso el poder de la palabra.
      He leído comentarios a los otros relatos, estoy intentando modificar. Gracias.
      Besos

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  2. Ah, pensaba que el Maestro, volvía a su impaciencia...

    Se me da muy bien desenvuelto, tanto...que algunos confunden. Muy buenp, amiga.

    Beso

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    1. ¡qué gracioso! el maestro ahora se pasa las tardes haciendo puzzles..

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    2. Mira qué entretenido anda!!
      Yo también tuve mi época de puzzles. Conservo tres montados y enmarcados; las desaparecidas Torres Gemelas y parte de Manhattan de noche (2000 piezas), personajes de Astérix y Obélix (2000 piezas) y El Guernica (3000 piezas).

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    3. Yo solo hago de 1000 ó 1500 piezas por aquello de no volverme más loco

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    4. En mi juventud yo no tuve épocas de nada...y ahora tengo la época de todo, pero porquito

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    5. Loco no te vuelves, aprendes a ser paciente o desesperar del todo jajajaja el de 3000 piezas me llevó nueve meses (por entonces trabajaba) le hubiese yo explicado a D.Pablo que existe algo más que el blanco, el negro y el gris, al igual que las jodidas rayitas jajaja ¡cómo para no enmarcarlo!

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  3. Pues, en verdad, no lo dudo...vamos, que poco escribo por adversas circunstancias; pero, lo intento. Haciendo puzzles...lo creo. Ala, ala!

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