Todas las despedidas son dolorosas,
unas más que otras. Hoy me despido después de muchos años, tirando de recuerdos, porque al
fin y al cabo, es lo que me queda.
Siempre estabas ahí, a las duras y a
las maduras, soportando el peso. Has sido el descanso de mis sueños,
el sostén de mis desvelos y aunque te engañé en numerosas
ocasiones, supiste perdonarme con momentos inolvidables.
Aún recuerdo esa noche en la que te
interpusiste entre el frío suelo y mi cuerpo, porque no había
llegado el somier, ¡te portaste! -todo hay que decirlo-. Fue una
noche intensa y aunque puse unas mantas, la única forma de entrar en
calor, era con el roce... A la mañana siguiente estabas chepado, y
creo que desde entonces, algo doblado quedaste ¡qué fieras, eh! -
ja ja ja-
Acogiste a los niños con dulzura,
jugando, durmiendo, leyendo... y eso que no fueron forjados contigo
(mis engaños), pero jamás me diste la espalda, por muchas veces que
yo te la diera a ti.
Y me has hecho sudar. Tu cuerpo era
fuego tanto en invierno como en verano, siempre estabas caliente para
mi. Me vi obligada a dormir siempre desnuda; por eso llegaron tantas
noches apasionadas, esas en las que sabías como acariciar mi cuerpo,
para que fuera yo la protagonista... ¿Te acuerdas del día que
jugamos con el cava? a la mañana siguiente estábamos pegajosos y ni
frotando eramos capaces de quitar el olor.
Pero los años pasan y tu armadura
fuerte, impasible y de sostén, se ha hundido. He de asumirlo.
No se cual será tu camino, ojalá
caigas en manos de alguien que te valore, en estos tiempos de
necesidad y desamparo, haciéndole muy feliz.
A mi me va a costar el cambio, jamás
encontraré otro colchón como tú.
Hasta siempre.
Begoña M. Bermejo
Begoña M. Bermejo
Todo llega a su fin.
ResponderEliminarEste relato corto a modo de carta de despedida ¡fíjate! ¡está fenomenalmente escrito¡ pero ¿de qué te divorcias? ¿de tus sueños, de tu marido, de nosotros? ¿o es simple imaginación?
Eliminar¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ?????????
Jajajaja, me divorcio de mi colchón ya lo digo al final. Es imaginación, pero de la de verdad. He cambiado el colchón después de 16 años conmigo.
EliminarBesos
Lo del colchón puede ser una metáfora o un apelativo cariñoso hacia algo o alguien
EliminarYa, ya lo sé. Pero lo cierto es que he cambiado mi colchón de muelles por uno de viscoelastica. Y así como el que no quiere la cosa, me ha parecido interesante y original darle vida y hacer parecer lo que no es. Y no significa que sea mentira. Pero es milagroso el poder de la palabra.
EliminarHe leído comentarios a los otros relatos, estoy intentando modificar. Gracias.
Besos
Ah, pensaba que el Maestro, volvía a su impaciencia...
ResponderEliminarSe me da muy bien desenvuelto, tanto...que algunos confunden. Muy buenp, amiga.
Beso
¡qué gracioso! el maestro ahora se pasa las tardes haciendo puzzles..
EliminarMira qué entretenido anda!!
EliminarYo también tuve mi época de puzzles. Conservo tres montados y enmarcados; las desaparecidas Torres Gemelas y parte de Manhattan de noche (2000 piezas), personajes de Astérix y Obélix (2000 piezas) y El Guernica (3000 piezas).
Yo solo hago de 1000 ó 1500 piezas por aquello de no volverme más loco
EliminarEn mi juventud yo no tuve épocas de nada...y ahora tengo la época de todo, pero porquito
EliminarLoco no te vuelves, aprendes a ser paciente o desesperar del todo jajajaja el de 3000 piezas me llevó nueve meses (por entonces trabajaba) le hubiese yo explicado a D.Pablo que existe algo más que el blanco, el negro y el gris, al igual que las jodidas rayitas jajaja ¡cómo para no enmarcarlo!
EliminarPues, en verdad, no lo dudo...vamos, que poco escribo por adversas circunstancias; pero, lo intento. Haciendo puzzles...lo creo. Ala, ala!
ResponderEliminarDentro de poco os lo expondré en fotos.
EliminarQué cosa...
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