Antes
de nacer perdió su libertad
—siglos
antes—
encadenado
a muchas generaciones
bajo
los laberintos de la tierra,
y
ese hambre insaciable de su pueblo
llamándole
al trabajo por la supervivencia,
entre
las miserias de la mansedumbre.
No
le ofrecieron más
que
roer las rocas preciosas
que
afanan los mercados.
Nunca le alcanzó el consuelo
Nunca le alcanzó el consuelo
para
tantas lágrimas
nublándole
la vista.
Un
estropicio lo ataba a otro estropicio,
una
deuda a otra deuda,
y
al final de la cadena
el
Sistema turbio de la sordidez.
Un
día alzó la voz
y
tembló arrepentido ante el eco...
Vertió
su rabia en la pica;
furioso
de tantas piedras
—que
fantaseaba: cabezas—.
Nadie
presume esta hazaña.
El
túnel quedó tapeado
cobijándole
en su espanto.
Pichy
Más que poema, lo veo como un relato con ápices de poética. Y como tal, me gusta.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, amiga. Beso
EliminarEs un poema crónica,que me ha inpactado y gustado, pero no se dice "tapeado", sino "tapado"
ResponderEliminarLo correcto en este caso es tapiado. Es que soy el cronista de la poesía antillana.
ResponderEliminarGracias + Abrazo
Bueno, tambien, efectivamente, claro, estoy de acuerdo, vale, tapiado.
EliminarPos sí. Abrazos al abuelito
ResponderEliminar