jueves, 1 de febrero de 2018

DESEMBARAZÁNDOME



Profeso la obsesión por las esencias,
por las raíces,
reclamando venas para mi sangre.
Porque siento que me voy deslastrando,
vaciándome,
de pregunta a pregunta
y nadie se detiene al llamado,
sino es para insultarme

— ¿Será que en la raíz está el pecado?—.

Hay fechas en que me atrapan las lejanías,
se me adhieren en las suficiencias
y sus artificios
prescribiendo la nodriza que faltó en la infancia.
Es ahí donde me desgarro ante el abismo
y celebro la filantropía:
ese amor por los desamores
que inficionan la matriz.  


Pichy

4 comentarios:

  1. Dices muchas cosas interesantes en este poema. Yo creo que en raíz no está el pecado, sino en la flora que tienta a los gusanos y dispara la energía. Y es verdad que cuando más vacíos estamos, mas insultos nos proliferan con la idiferencia unas veces, otras diciéndonos lo feos que estamos...Tu poema Pichy, de corte filosófico tiene una enjundia poética bárbara.

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  2. Al fin puedo comentar!

    Muchas gracias, amigo, por tu valoración. Voy chiflando bajito —como decía una gallega de mi barrio...

    Abrazo

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  3. No creo que en la herencia se halle la solución sin toparse con más de un por qué sin respuesta.

    Me ha gustado, amigo.
    Sigo pensando...
    Besos

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  4. Sí, pero de los por qué, nace la experiencia y la posibilidad de no tropezar con la misma piedra —deficiencia tan profusa en los humanos—. Es necesidad mantener la memoria para poder proyectarnos al futuro, y, usar más la filosofía que la psicología —es moda impuesta al hombre, hoy día, el alejarse de la filosofía: para regocijo de los poderosos—. Haces bien se seguir pensado —aunque duela, hemos de pensar; para que nadie piense por nosotros—. Vaya, qué me voy a las nubes...muchas gracias, amiga, celebro que te guste, y, sobre todo, que pienses...

    Besos

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