Profeso
la obsesión por las esencias,
por
las raíces,
reclamando venas para mi sangre.
reclamando venas para mi sangre.
Porque
siento que me voy deslastrando,
vaciándome,
de
pregunta a pregunta
sino
es para insultarme
—
¿Será que en la raíz está el pecado?—.
Hay
fechas en que me atrapan las lejanías,
se
me adhieren en las suficiencias
y
sus artificios
prescribiendo la nodriza que faltó en la infancia.
prescribiendo la nodriza que faltó en la infancia.
Es
ahí donde me desgarro ante el abismo
y
celebro la filantropía:
ese
amor por los desamores
que
inficionan la matriz.
Pichy
Dices muchas cosas interesantes en este poema. Yo creo que en raíz no está el pecado, sino en la flora que tienta a los gusanos y dispara la energía. Y es verdad que cuando más vacíos estamos, mas insultos nos proliferan con la idiferencia unas veces, otras diciéndonos lo feos que estamos...Tu poema Pichy, de corte filosófico tiene una enjundia poética bárbara.
ResponderEliminarAl fin puedo comentar!
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo, por tu valoración. Voy chiflando bajito —como decía una gallega de mi barrio...
Abrazo
No creo que en la herencia se halle la solución sin toparse con más de un por qué sin respuesta.
ResponderEliminarMe ha gustado, amigo.
Sigo pensando...
Besos
Sí, pero de los por qué, nace la experiencia y la posibilidad de no tropezar con la misma piedra —deficiencia tan profusa en los humanos—. Es necesidad mantener la memoria para poder proyectarnos al futuro, y, usar más la filosofía que la psicología —es moda impuesta al hombre, hoy día, el alejarse de la filosofía: para regocijo de los poderosos—. Haces bien se seguir pensado —aunque duela, hemos de pensar; para que nadie piense por nosotros—. Vaya, qué me voy a las nubes...muchas gracias, amiga, celebro que te guste, y, sobre todo, que pienses...
ResponderEliminarBesos