lunes, 12 de febrero de 2018

OS CUENTO QUE...

Cuando escribimos poesía, estamos hablando con nosotros mismos. Estamos tratando de entender lo que pensamos y sentimos, las sensaciones y e interrogaciones que nos hacemos ante hechos que vivimos o situaciones tanto sociales como personales que nos impactan.

Y todo eso lo intentamos traducir sintéticamente, traduciéndolo por medio de la palabra escrita en verso. Y lo hacemos así, porque es una forma simbólica de hacerlo. En ese simbolismo metemos todo lo que se nos almacena en la inteligencia emocional estructurándolo en poemas, de forma que, muchas veces, no decimos todo lo que sentimos sobre esto o sobre aquello, pero tratamos de que se nos entienda o nos entendamos porque procuramos que quede entre líneas todo aquello que queremos evocar o decir, simplemente insinuándolo.

Es un arte -dicen muchos, y un arte lírico o intimista, subjetivo, muy subjetivo- Es un arte porque buscamos usar un metalenguaje especial basado en ritmo de las palabras, en la sonoridad del verso unido al otro verso, a veces trasgrediendo el lenguaje mediante el hipérbaton y la metáfora y teniendo en cuenta las demás figuras retóricas: la anáfora, la antítesis, la aliteración, la hipérbole, el asíndeton, la imagen, etc.

Y de esa manera, verso a verso, conseguimos un poema que transmite algo o nos aclara a nosotros mismos lo que no teníamos claro. Para algunas persona, y me incluyo, la poesía es una manera de disparar balas sin armas, de hacer una guerra, de palabras sin heridos y de sentir placer. Escribimos poemas porque las palabras vuelan con el viento y los sentimientos que expreso son como la corriente de un río que corre sin un porqué, cuya agua nos es necesaria para vivir.

Podemos descubrir sentimientos puros e impuros, podemos sentir la existencia y ser uno mismo, sin disfraces ni máscaras.

Y como dice el poeta Enrique Gracia Trinidad: “Antes creía que la poesía era útil y sublime, ahora sé que sólo es necesaria y que lo único sublime es el intento pero nunca el resultado. Antes creía sentirla en el espíritu pero ha terminado por dolerme en la carne. Llegué a pensar incluso que ella cambiaba el mundo pero hoy sé que tan sólo me ha cambiado a mí: opino que me ha hecho algo mejor. Es una amante esquiva y caprichosa que, aún negándose a concederme todos sus favores, me ha dado al menos algún buen amigo, varias tristezas y mucho gozo. Así que mañana podrá desaparecer el mundo y con él todos los versos en que los poetas la hemos ido persiguiendo pero, para mi, habrá sido suficiente con pretenderla.” Y todo esto os lo cuento porque sin poesía no hay vida interior, no ha vida y así lo siento yo. Saludos carísimos amigos © Luis Vargas Alejo

4 comentarios:

  1. Algún día existirá un concepto universal de lo que es poesía —en versos, en poemas, quiero decir—? Existen tan buenas definiciones; como teóricos y poetas. Agradezco que nos lo presentes. Con tus propias luces y el decir de Gracia Trinidad.

    Abrazos

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    1. Lo he querido recordar para que lo lean los nuevos participantes que tratan de aprender a escribir poemas. Y sí hay un concepto universal de la poesía: tú

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  2. Ahí me encuadro yo, pero tú no eres poeta, eres poeto/e ten cuidado y no te denuncien por sensaciones indebidas, o por hablar por boca de otras jajaja

    Veo que le has cogido el gusto a Enrique... Estoy releyendo (4 vez)"siempre la vida" es una antología fantástica de su obra. Recomendado.
    Besos

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  3. Yo tengo una antología de sus obras y, la verdad, me gusta más recitando o hablando que escribiendo poemas...pero si es la Trinidad, pues perfecto

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