Hoy
comienzo la etapa setenta y dos
en
el tour de la vida
habiendo
llegado a la meta volante
de
los setenta y uno
con
la máquina algo estropeada
y
pinchada una rueda.
Y
rueda que rueda, ruedo
con
la ilusión por delante, atrás lo pasado,
recogida
la cosecha y la campiña abierta
recorreré
un nuevo sendero
paseando
tranquilo, sosegado y paciente,
en
la espera de un devenir en verso.
Contemplaré
al pájaro que emigra
amaré
lo profético y lo sabio
sin
perder de vista el mascarón de proa
que
ya va llegando a puerto
como
mi última etapa en este tour
de la existencia humana.
Después,
si el destino quiere
seguiré
a pie, paseando.
© Luis Vargas Alejo
Es un buen poema. Son tuyos los 71 y la tourné hacia los 72 y ojalá pudiese regalarte descuentos... Pero te regalo mis mejores deseos, qué cumplas muchos más y que nosotros los veamos. Ah¡ y bien erguidito.
ResponderEliminarBesos
Gracias Bego por tu comentario. Yo con el maillot amarillo me conformo
EliminarEl poema se me da bien logrado, amigo. Si fuese mío, cambiaría el "Y rueda que rueda, rueda," por "Y rueda que rueda, ruedo",.
ResponderEliminarParece, que te ha "tocado" el cumplir los 71...bno, los hay que no le gusta la capicúa; pero, es una felicidad que pases por los 71 en plenitud de facultades.
Abrazos
Seguí tu consejo, amigo Pichy, y ya lo cambié
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