sábado, 10 de febrero de 2018

UN GUARDA FORESTAL, UNA MOSCA Y UN PERRO

Recuerdo una tarde de verano
con el sol preñando las piedras
en la que buscábamos la humedad
en el frescor de los besos acuosos.

Recuerdo aquella puta mosca
que no nos dejaba hacer el amor
y a la vieja con su perrito
que no dejaba de ladrarnos (la vieja, claro)

Y Recuerdo al guarda forestal
que se acerco de improviso sonando un silbato
cuando estábamos a mitad del orgasmo
y nos dijo: o pagáis la multa aquí o en la comisaria,
porque aquí no se puede aplastar el césped.


© Luis Vargas Alejo

3 comentarios:

  1. Ja! Esta bueno el poemita, amigo. Mucho me ha gustado.

    Abrazos

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  2. Jajaja, estoy viendo a la vieja...
    Se dice que uno jode cuando puede pero aquí es cuando le dejan jajaja
    Es buena métafora, pero como poema se me queda en anecdótico.
    Besos

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  3. Es una metáfora de una realidad que me pasó a mi cuando era joven en Madrid en Rosales o Rosaleda. Y el poema es un poemazo con ritmo exagerao, moderno y achulapao

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