viernes, 27 de mayo de 2016

DEGENERADO EMBAUCADOR


Echo de ver por tu mote,
tu patronímico saturado,
el burgués que te acomodas
a ideologías recurrentes,
atizado por el ropero de la época
que viste y humaniza la mar de ángulos
para adorar a un Creador
—el hálito de la consumación
en la amenaza oportuna—.

Conozco de las faldas
que lucran cama de ostentación
en tu mansión ilícita,
donde la opulencia se faculta
de la eufonía procuradora
que atrae mujeres
de aspiraciones impúdicas e inaccesibles.

Gozo que haces público,
procurando los atisbos seculares
que congregas
para trovar en murmullos.

Domino la algarada del prorrateo
de prebendas coaguladas
en la perforación de santuarios principios,
cuando de tu sonrisa
algún preámbulo te inventas
para dulzurar
el aplastamiento moral que disfrutas,
a la inocencia adolescente que sacrificas.

Sé, cuando elevas por los vientos
la afeminada voz
simulando la emanación del afecto
para amar en Cristo
—prodigio envilecido en tus abusiones—,
una ciénaga
de inconmensurables gamberradas
te afanas para tu Edén.
Mixto, simulador fehaciente
ante el provecho sagrario;
cargando tu enorme culo,
hacienda de esta tierra,
que ha de impedirte
la ascensión al cielo…

En divina o terrenal justicia:
dígome, en mis dudas.



Pichy

5 comentarios:

  1. ¡Vaya personaje que has pintado! El poema me resulota demasiado farragoso. Le falta síntesis y yo no sé si armonía.

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  2. Sí, le falta bastante: lo sé. Lleva tiempo ahí tirado, sin que encuentre como arreglarlo. Es dedicado a un curita desvergonzado que atiende una Parroquia en el Barrio del Canal —aquí en el Cerro—. Es que su "realidad" me supera. No es fácil llevar a un poema la desvergüenza de este personajillo. Claro, es el capricho de denunciar sus atrocidades, lo que me impide la síntesis; cuando lo correcto es poetizar y no denunciar —que para eso tendría que llevar el caso a la policía, y, eso no es oficio de hombre—. Lo que no me explico es como nadie le ha roto un palo en la cabeza…
    Gracias + abrazo

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    1. Pues te voy yo a hacer un poema para este hombrecillo que no conozco y verás que fácil es decir en poesía:

      Dedico al curita desvergonzado
      que atiende la Parroquia
      en el Barrio del Canal
      —aquí en el Cerro—.
      este canto de inmundicia.

      Aunque su "realidad" me supera
      y no es fácil
      llevar a un poema la desvergüenza
      de este personajillo
      tengo el capricho de denunciar
      sus atrocidades con la mayor síntesis
      que pueda, aunque lo correcto sería denunciar llevando el caso
      a la policía,
      y eso, aquí en Cuba, no es oficio
      de hombre.
      Lo que no me explico es
      como nadie le ha roto
      un palo en la cabeza…

      Firmado (Tú)

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  3. Dedico al curita desvergonzado
    que atiende la Parroquia
    en el Barrio del Canal
    —aquí en el Cerro—.
    este canto de inmundicia.

    Su "realidad" me aturde
    y no es fácil llevar a un poema
    la desvergüenza de este personajillo
    al que denuncio con la ley de Dios
    sus atrocidades con la mayor síntesis
    entre versos, que pueda,
    aunque lo correcto sería denunciar
    llevando el caso a la policía,
    pero eso, aquí en Cuba, no es oficio
    de hombre.

    Lo que no me explico es
    como nadie le ha roto
    un palo en la cabeza…

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