domingo, 29 de mayo de 2016

PROYECTO



Quiero que la tarde sea libre
como los antojos sublimes del poeta
cuando le aborda el cansancio y gime
porque no puede escribir poesía.

Quiero ser una isla
con puente de duelas blancas
-bramante sin penas tercas-
para descansar un rato por la tarde
en un espacio verde ilimitado, con límites
de verdadera cadencia. Libertad.

Que no me arrastre la corriente,
que no me quiten la vida,
que sea yo quien conduzca la aventura,
que no sea freno el amor, sino proa,
vela al viento, horizonte.

Quiere mi cuerpo ir a la par con la mente
como el remo y la barca, el eco y la respuesta,
el tiempo y el espacio,  la poesía y el canto,
los secretos de mi alma y la esperanza.

© Luis Vargas Alejo

5 comentarios:

  1. ... y sin embargo,

    soy un desván

    Todos quieren ascender a esta altura.
    Guardar el caballito de cartón,
    una mecedora,
    y el amor versado.

    Miran a través del rosetón de colores
    como se baña la ciudad;
    escuchan los crujidos bajo sus pies
    y son capaces de mecerse
    sobre mi suelo agrietado
    abandonándose al retiro
    que les lleva al límite poético,
    porque es fácil: en mi existe
    las aventuras de antaño, cuido
    con tesón suministrar emociones,
    y me mantengo aislada
    sin abandonos,
    esperando, con quietud,
    a que alguien gire el pomo de la puerta.

    Es sencillo alcanzar esta altura.
    Quedarse tampoco conlleva complicación
    al igual que el acabar enterrados
    por el polvo y la cadencia utópica.

    Todos quieren estar aquí
    pero de igual modo
    ansían salir corriendo.

    Tal vez sea por el entramado
    de telarañas que me acordona;
    por la inesperada brisa
    que niega cada vela que intento encender,
    consumiendo mi poca luz
    en su pabilo

    o porque nadie quiere vivir
    en un lugar bajo llave.

    Begoña M. Bermejo

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    Respuestas
    1. Sí, cuando se está bajo llave, uno debe buscar una ganzua. La primera obligación de un preso es escaparse. La verdad es que todos estamos presos de nuestras circunstancias y, algunas veces, solo algunas veces, nos escapamos, pero nos suelen volver a pillar las circunstancias.

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  2. Me resulta bien logrado el poema, amigo.
    Y no menos, el buen poema-comentario que se gasta la Bego.
    Qué poetas, sois!

    Abrazos

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